Este municipio ha sido, desde hace más de dos años, una de las zonas en disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, quienes también se pelean el tráfico de personas y, en meses recientes, la extracción ilegal de minerales
Texto: Ángeles Mariscal, Isaín Mandujano / Chiapas Paralelo
Foto: Chiapas Paralelo
El pasado 4 de enero, alrededor de las 11:30 de la mañana, se enfrentaron integrantes de los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa (CDS), en el ejido Nueva Morelia, ubicado en el municipio de Chicomuselo, en la zona sierra de Chiapas. De acuerdo a testimonios de la población que tuvo que desplazarse para salvar su vida, murieron más de 20 personas, dos de ellas habitantes de la comunidad, quienes no tenían relación con los grupos criminales.
Chicomuselo ha sido, desde hace más de dos años, una de glas zonas en disputa entre los dos cárteles de la droga, quienes también se pelean el tráfico de personas y, en meses recientes, la extracción ilegal de minerales sustraído con trabajo forzado, del ejido Nueva Morelia.
Pobladores de esta región han denunciado a través de organizaciones sociales esta situación, y exigido la intervención de militares e integrantes de la Guardia Nacional asentados en el cuartel militar inaugurado en ese municipio en 2018 por el general Salvador Cienfuegos.
Sin embargo, el acoso, reclutamiento forzado, desplazamientos y desapariciones que vive la población, han ido en aumento.
“Ya queremos que esto se termine de una vez, muchos inocentes están quedando muertos. La gente se fue a las montañas a esconderse, hace mucho frío en las montañas (…) hay tres lugares donde están las balaceras, hay muchos muertos. Ya empeoró la situación porque quieren que la gente se concentre en los bloqueos, por eso mejor se fueron a las montañas”, denunciaron pobladores el 4 de enero.
Desde la mañana de ese día cientos de familias salieron de sus hogares. Algunas grabaron, escondidas en matorrales, las balaceras continuas de esos días. Quienes llegaron a comunidades donde se sintieron más seguras volvieron a denunciar, como lo han hecho desde hace más de dos años, la situación que viven
Explicaron que el enfrentamiento del 4 de enero duró más de siete horas, “la población se mantuvo en pánico y en la zozobra, resguardándose como pudo para cuidar sus vidas, ya que en muchas de las casas las balas pasaban por las láminas”, explicaron en mensajes que difundieron a través de organizaciones sociales.
“Hubo más de 20 personas muertas, de los cuales son dos civiles asesinados, sus familias no pudieron recoger sus cuerpos por el secuestro de las comunidades y no poder salir por temor a ser acusados de ser parte de estos grupos criminales”, detallaron.
En un comunicado que difundieron organizaciones sociales la noche del domingo 7 de enero, tres días después de los enfrentamientos, las familias llegaron a comunidades donde llamaron a organizaciones humanitarias para pedir ayuda.
Explicaron que militares que se encontraban en la zona se retiraron de la región cuando iniciaron los enfrentamientos. “Vemos como sociedad civil que tanto el ejército, la Guardia Nacional y estatal no cumplen en su función de garantizar la paz y la seguridad para el pueblo que tantas veces lo ha exigido. El CJNG mantiene secuestrada la cabecera municipal con sus retenes, camiones volteos atravesados sobre las carreteras, instalación de casetas de vigilancia y revisión a la ciudadanía”.
“Como ciudadanía nos cuestionamos ¿porque el ejército, la guardia nacional y la policía estatal no actúan? ¿Qué esperan para desarticular y desarmar a estos grupos criminales que están usando a la gente como barrera humana?”.
Pidieron que las auroridades “vengan a ver lo que está pasando en nuestro pueblo, que puedan vivir lo que nosotros estamos viviendo, el miedo y el terror, la indignación e impotencia ante tanta violencia (…) nos encontramos en la zozobra, vivimos bajo amenaza de que en cualquier momento pueden entrar a las comunidades y la cabecera municipal para enfrentarse”.
La población de la zona hizo un llamado a la solidaridad internacional para difundir lo que sucede en Chiapas, “nos están matando, nos están forzando a dejar nuestros hogares y, a otros, a ser parte de ellos”, explicaron.
La comunidad Nueva Morelia, explicaron, ahora se encuentra semivacía. Poco quisieron quedarse. Lo mismo en las comunidades vecinas 20 de Noviembre y Galicia.
Chicomuselo es un municipio vecino de Frontera Comalapa, donde también se vive esta situación, igual que en La Grandeza, Bellavista, Siltepec, Maravilla Tenejapa, entre otros.
Asesinados o desaparecidos en Chiapas cuatro precandidatos a puestos de elección popular
David Reyes González Moreno, presidente de la Unión de Ejidos de Suchiate y aspirante a la candidatura a la presidencia de ese municipio ubicado en la frontera con Guatemala, fue asesinado con armas de fuego, la mañana de del pasado viernes en un camino de terracería que conduce a su rancho.
Reyes González, agricultor, había manifestado su intención de contender por la presidencia como candidato por el Frente Amplio Por México (PRI-PAN-PRD). Antes había ocupado el cargo de Agente Municipal del ejido El Dorado.
Al conocer los hechos, a través de un comunicado, el Frente Amplio Por México, hizo un llamado a las autoridades “a accionar para proteger a las y los participantes y candidatos en los próximos comicios; pero también a garantizar la seguridad de las y los ciudadanos a ejercer sus derechos electorales durante el 2024”.
Los partidos políticos consideraron que “México atraviesa la peor crisis de seguridad de la historia moderna”, y que está situación afecta el proceso electoral de 2024, cuando se elijan 20 mil 375 cargos, incluida la Presidencia de la República.
Otro político asesinado es Martín Palé Sántiz, líder de la Coordinadora de Organizaciones por el Medio Ambiente por un Chiapas Mejor (COMACH); él aspiraba a contender en las elecciones de 2024 por la presidencia del municipio Huixtán, a través del Partido Morena.
Fue ultimado a tiros el 09 de diciembre, cuando se encontraba en el municipio de San Cristóbal de Las Casas. Semanas antes, el día 25 de noviembre, asistió a la gira de Claudia Sheinbaum.
Dos aspirantes también han desaparecido en medio de la violencia que se vive en sus municipios. Apenas el pasado 26 de noviembre se reportó la desaparición de Antonio Santiz Gómez, de 53 años, Comisariado Ejidal del municipio Maravilla Tenejapa y aspirante a la candidatura por el Partido Verde Ecologista de Chiapas (PVEM) de ese municipio también fronterizo.
Antonio Sántiz había creado en meses recientes un grupo de autodefensa que enfrentaba a uno de los cárteles de la droga que intenta controlar la región. Días antes de desaparecer, él y su familia se habían refugiado en el municipio de Comitán, luego que la violencia se incrementó en su municipio.
El segundo desaparecido es Irán Guanerges Mérida Matamoros. Salió de su municipio, Frontera Comalapa, el pasado 14 de diciembre. Era asesor del actual presidente municipal; y era considerado como un aspirante a la presidencia por la coalición de Morena y el PVEM.
En octubre también fueron secuestrados y asesinados Christian Landa Sánchez y José Luis Jiménez, encuestadores de Morena, quienes se encontraban trabajando en el municipio de Juárez.
Con el inicio del 2024, arrecia la narcoviolencia en la Sierra y la Frontera
Narcobloqueos, retenes, enfrentamientos, desplazamientos de personas, cortes de energía eléctrica, falta de alimentos, cierres de negocios, el miedo y el terror se vive en los municipios de Frontera Comalapa, Bellavista, La Grandeza, Chicomuselo, Amatenango de la Frontera, Motozintla y otros de la región fronteriza y Sierra Madre de Chiapas.
Pobladores de El Escobillal, Sonora, Reforma, Monte Ordóñez, Bañadero y otras del municipio Amatenango de la Frontera y municipios vecinos, viven el terror de las ráfagas de fuego que se intercambian dos grupos de criminales que se disputan el control de esa franja fronteriza entre México y Guatemala.
En mensajes enviados a sus amigos y familiares que viven fuera de esa región, les reportaron estar desesperados porque viven en un estado de sitio, pues el crimen organizado tiene bloqueado la salida a La Grandeza y la salida a Frontera Comalapa. Están atrapados.
En Bellavista sólo queda el 30 por ciento de su población, el resto se ha desplazado ya. Abandonaron sus casas porque además de la presencia de gente armada se agotaron los víveres y alimentos. No hay nada en las tiendas de abarrotes.
Del ejido Independencia reportan ocho personas desaparecidas, de la cabecera municipal otras tres, todas estas de forma reciente. Pero los familiares no denuncian ante las autoridades por temor a represalias.
El domingo 31 por la noche, intentó ingresar el Ejército y la Guardia Nacional y no pudieron hacerlo.
La captura de un jefe criminal por parte del Ejército Mexicano en Paso Hondo, Frontera Comalapa, provocó que cientos de personas bloquearon ese punto, además de los tramos de El Jocote, Cuauhtémoc y Nuevo México en ese mismo municipio, para presionar a que este líder criminal fuera liberado, lo que finalmente ocurrió.
En algunos municipios como Frontera Comalapa y Bellavista, pobladores avistaron drones que son usados por grupos criminales desde los cuales sueltan granadas a sus rivales o sus objetivos que pueden ser presuntas casas de seguridad o vehículos.
En Frontera Comalapa, transportistas y conductores que se dirigían a la zona fronteriza se vieron en la necesidad de suspender su viaje ya que a la altura de la comunidad El Jocote, el tráfico se había suspendido por el enfrentamiento a balazos entre grupos civiles de la Región.
Muchos testigos pudieron observar la balacera y varios vehículos fueron atravesados sobre la cinta asfáltica.
De forma inmediata a través de los radios de banda civil, varios transportistas alertaron sus compañeros de suspender las corridas a Frontera Comalapa y La Mesilla ya que el paso fue interrumpido por el enfrentamiento a balazos entre grupos.
Presuntos miembros el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) libran una batalla contra sus adversarios del Cártel de Sinaloa que avanzan en ese territorio cada vez, más. Los hechos más violentos señalaron se dieron en Escobillal, en Amatenango de la Frontera, muy cerca de la línea fronteriza con Guatemala.
La gente huye de sus casas despavoridos, muchos se refugian en las montañas, dice un poblador que habló a Proceso.
La población está atrapada entre ambos cárteles, quienes usan a la población civil como estrategia de guerra ya sea para bloqueos o bien para que exijan el retiro del Ejército y la Guardia Nacional de la zona.
Los pobladores graban desde sus casas, los enfrentamientos a tiros, en los videos sólo se escuchan las ráfagas de fuego y detonaciones de lo que al parecer son granadas de fragmentación.
Desde mediados del 2021, esa región fronteriza y de la Sierra Madre de Chiapas, colindante con Guatemala, vive una zona de guerra que no ha parado, donde dos cárteles han dejado una estela de muertos, desaparecidos y desplazamiento masivo de personas que han abandonado sus casas, sus milpas, su ganado y sus animales de traspatio.
Este artículo se publicó originalmente en Chiapas Paralelo, aquí puedes consultarlo
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