Más de 3.3 millones de personas han sido desplazadas dentro del país ya través de las fronteras, incluidos más de 740 mil refugiados y un número creciente de retornados. Huyeron de Sudán y llegaron en condiciones terribles a los países vecinos, incluidos Chad, República Centroafricana, Egipto, Etiopía y Sudán del Sur
Texto: IPS
Foto: Julian Civero / PMA
GINEBRA – Los 100 días de conflicto entre facciones armadas en Sudán han forzado a más de tres millones de personas a desplazarse, centenares de miles de ellas a países vecinos, indicó este lunes 24 un reporte de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
“Estos números son asombrosos. Los civiles que no tienen nada que ver con este conflicto son tristemente desarraigados de sus hogares y medios de subsistencia todos los días”, dijo Filippo Grandi, alto comisionado de la ONU para los refugiados, al presentar el reporte en esta ciudad suiza.
Además, según la Oficina para Asuntos Humanitarios de la ONU, esa lucha armada ha causado la muerte de al menos mil 100 civiles –de los cuales 435 eran niños- y varios miles de heridos.
La guerra civil estalló el 15 de abril, entre las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) y la paramilitar Fuerza de Apoyo Rápido (FAR), lideradas por los generales Abdel Fattah al Burhan, de las FAS y presidente de facto de un gobierno de transición, y Mohamed Hamdan Dagalo, de las FAR, con base en varias regiones.
Más de 3.3 millones de personas han sido desplazadas dentro del país ya través de las fronteras, incluidos más de 740 mil refugiados y un número creciente de retornados. Huyeron de Sudán y llegaron en condiciones terribles a los países vecinos, incluidos Chad, República Centroafricana, Egipto, Etiopía y Sudán del Sur.
Además, más de 185 mil refugiados de acogidos por Sudán –un país de 1 millón 765 mil 048 kilómetros cuadrados y 47 millones de habitantes- se han visto obligados a trasladarse a zonas más seguras dentro del territorio sudanés, quedando así atrapados en un ciclo implacable de desplazamiento.
La escalada del conflicto en Jartum, la capital, y en las regiones de Darfur y Kordofan (oeste y centro) provoca desplazamientos masivos y aumentan los informes de violaciones graves de los derechos humanos, incluida la violencia sexual.
Acnur se declaró alarmada por la grave crisis de salud y nutrición en el estado de Nilo Blanco (sur), donde 300 niños refugiados del vecino Sudán del Sur han muerto de sarampión y desnutrición desde que comenzó el conflicto.
“Esto debe parar. Es hora de que todas las partes en el conflicto pongan fin de inmediato a esta trágica guerra. A la espera del diálogo tan necesario, se debe permitir que las personas abandonen las zonas de conflicto en busca de seguridad, ya sea dentro o fuera del país, protegidas de todas las formas de violencia”, dijo Grandi.
A medida que más personas continúan huyendo, los sitios de desplazamiento dentro del país y en los países vecinos se están superpoblando rápidamente. En Sudán del Sur los centros de tránsito administrados por Acnur están cada vez más abarrotados debido a la continua afluencia de personas.
Chad ya está acogiendo a más de 400 mil refugiados sudaneses en 13 campamentos y en comunidades locales en el este del país. En Egipto, la mayoría de los que llegan de Sudán son mujeres y niños que necesitan alimentos, agua, refugio, asistencia médica y apoyo psicosocial.
“Seguimos pidiendo a todos los estados que eliminen las barreras a la entrada de civiles que huyen de Sudán, incluidas las personas indocumentadas, para que puedan acceder a seguridad, protección y asistencia”, insistió Grandi.
Antes de la crisis, Sudán albergaba a 1.1 millones de refugiados, principalmente de Sudán del Sur, Eritrea y Etiopía.
En cuanto a la financiación, los fondos han llegado con cuentagotas, según Acnur. De los 566 millones de dólares solicitados por esa agencia y sus asociados, para el plan regional de respuesta para refugiados, solo se ha recibido 24 %.
Este trabajo fue publicado inicialmente en IPS. Aquí puedes consultar la versión original.
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