Hace dos mil años los nazcas realizaron una serie de dibujos gigantes sobre las Pampas de Jumana, en el sur de Perú. Hoy, más de 800 figuras -muchas solo visibles desde un avión- componen uno de los misterios arqueológicos más grandes de América
Tw: @ignaciodealba
Tradicionalmente las líneas de Nazca se visitan desde vuelos de avionetas, decenas de compañías anuncian viajes para apreciar desde el aire este enigma del desierto peruano. Un criterio presupuestal me hace visitar el lugar desde tierra, recorrer un par de horas desde Huacachina hasta un lugar aparentemente en la nada.
Después de viajar durante kilómetros en la carretera Panamericana que atraviesa el desierto, el chofer de autobús me deja en el mirador de tierra de las líneas de Nazca. Subo una plataforma metálica para darle perspectiva a los surcos sobre la tierra.
Desde unos veinte metros de altura se aprecia un sapo, un árbol de huarango y una lagartija. Las figuras son tan grandes que se extienden en el equivalente a varias canchas de futbol. Los tres petroglifos están relacionados con el agua y la fertilidad, en el mundo andino. A pesar de la dimensión de los diseños las líneas, ángulos y formas geométricas son prácticamente perfectas. Para los arqueólogos la elaboración y precisión de estas obras monumentales han sido un misterio.
Estos diseños fueron hechos hace más de dos mil años, pero increíblemente permanecieron desconocidos hasta la invención del avión. Pilotos civiles y militares dieron cuenta de que sobre las Pampas de Jumana había cientos de gigantescas figuras de animales y plantas, tan grandes que solo eran perceptibles desde el aire. Fue entonces cuando antropólogos viajaron al lugar para encontrar los mega-diseños.
Durante años los antropólogos han trabajado en el área para darle sentido a los petroglifos. La mayoría de los 800 geoglifos fueron realizados durante el desarrollo de la sociedad Nazca, que se desarrolló en la costa sur de Perú entre los años 1 y 650 a.C. A este periodo pertenecen las inmensas líneas y trapecios, así como las figuras de plantas y animales.
Los geoglifos de Nazca son considerados como uno de los paisajes arqueológicos más grandes e impresionantes del mundo y una muestra excepcional del arte y sistema de creencias de las sociedades prehispánicas del continente. En total cubren un área de 450 kilómetros cuadrados, lo equivalente a la superficie de una gran ciudad.
Sobre las laderas y llanuras desérticas los antiguos habitantes del lugar trazaron cientos de figuras de grandes dimensiones y alto grado de precisión, convirtiendo el desierto en un paisaje cultural con un alto contenido simbólico y religioso. Hay quien compara estos dibujos con una especie de catedrales gigantes.
Los temas de los diseños son variados: antropomorfos, zoomorfos, fitomorfos y abstractos. Pero hay algunas elaboraciones que son rápidamente identificables, como el sapo, una araña, una orca, un colibrí, un mono, un perro, un felino, un pez, un papagayo etc. Una de las particularidades es que los dibujos están formados en una misma línea que parte de un punto, recorriendo la superficie dibujando una figura estilizada, retornando al mismo punto de partida, como si se hubieran hecho el dibujo con un solo movimiento de mano.
Estos gigantescos sitios rituales están orientados hacia lugares geográficos, como cerros, incluso algunos están determinados por su ubicación por los crepúsculos. Hay veces que las formas se superponen.
Aunque los geoglifos más famosos son los que representan animales, las líneas superpuestas son las más numerosas y las que conglomeran conjuntos más complejos.
Los antropólogos tardaron años en darle sentido a los dibujos, pero las teorías extraterrestres se colaron para darle significado. Porque al fin y al cabo ¿Quién es capaz de diseñar una obra tan grande y tan precisa?, además ¿por qué los diseños son prácticamente únicamente perceptibles desde el aire? También existe la descabellada teoría de que los Nazcas se ayudaron de una especie de globo aerostático para realizar los diseños monumentales.
Ahora se sabe que es muy probable que para la construcción de los geoglifos se utilizaran palos y cuerdas para demarcar las líneas tan precisas. En el caso de las figuras geométricas (líneas, trapecios y barridos) parece que no hay mayor complicación, ya que bastaría poner palos en forma alineada para definir los trazos rectos. En el caso de los trazos figurativos parece que son ampliaciones de diseños a escala.
En cuanto a su función, se piensa que los dibujos en realidad fueron caminos ceremoniales, lugares de culto o que estaban en relación con sistemas de irrigación o como calendario astronómico. Se considera que los geoglifos están relacionados con contextos rituales, relacionados con el agua y la fertilidad.
Además, en el centro de la cultura Nazca, conocido como Cahuachi, se han encontrado vasijas con las mismas figuras que se representaron en el desierto.
En 1994 la Unesco declaro las Líneas de Nazca como Patrimonio de la Humanidad.
Hoy en día las líneas de Nazca son uno de los grandes atractivos del sur de Perú, aunque también los diseños están en peligro. Concesiones mineras, la invasión de terrenos y el paso de vehículos todo terreno han comenzado a borrar esta valiosa memoria viva del pasado.
Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
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