La primavera magisterial no logró la derogación de la ley educativa, pero los sacrificados fueron los maestros: pusieron presos políticos, 43 normalistas desaparecidos, cinco normalistas asesinados, un estudiante de la Universidad Pedagógica Nacional asesinado y un profesor corrió con la misma suerte
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Para el profesor Julio César Hernández Aldama no hay nada que celebrar en el Día de maestro, porque a los profesores le han quitado casi todos los derechos como docentes.
“Si hay algo que deba celebrarse en esta fecha es la resistencia digna de miles de profesores que a lo largo y ancho de la república mexicana mostraron su inconformidad y su propuesta ante el estado, mismo que a través de las distintas reforma educativa se ha buscado someter, lesionar y arrebatar derechos laborales que le corresponde al gremio”.
Mientras Julio César toma un sorbo de mezcal guerrerense, sale a colación la celebración del Día de maestro, así como las distintas reformas educativas y la resistencia magisterial en los estados del Sur: Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
En su paso en la capital el profesor de primaria habló del movimiento magisterial que encabezaron las maestras y maestros en las calles de Chilpancingo y la cerrazón del gobierno de Guerrero ante las demandas de la población.
Los docentes no solo enfrentan las políticas del Estado mexicano, sino que viven asediados por la delincuencia organizada en Acapulco, Zihuatanejo, Chilpancingo, Chilapa, Iguala, Taxco y Tierra Caliente.
La violencia en estos municipios empezó desde hace 17 años en Acapulco y no ha parado, en este periodo seis gobernadores han pasado, pero ni uno ha podido resolver el problema de inseguridad, de hechos en la búsqueda de la gobernatura, prometieron acabar con este cáncer, pero sigue igual.
De ahí la pregunta que formula Hernández Aldama: “¿Qué vamos a celebrar en el Día de Maestro?”, cuando las condiciones en que trabajan las profesoras y profesores en la montaña de Guerrero es sobrevivir a las carencias.
“Celebrar el Día de maestro a lado de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), otras expresiones sociales, normalistas y padres de familias, ha sostenido en contra del estado sus reformas estructurales es el único alivio que nos queda como maestros” dice Julio César con cierta emoción.
Hernández Aldama es uno de los maestros que emprendió una resistencia en contra de la reforma educativa hace 10 años. Durante tres meses los maestros estuvieron en las calles de Chilpancingo protestando en contra de la mal llamada “Reforma educativa”.
No lograron echar abajo la Reforma. Pero si recibieron los insultos de los trabajadores del gobierno de Guerrero. Policías estatales y federales llegaron a sofocar la revuelta magisterial en la tierra de Vicente Guerrero, Othón Salazar, Genaro Vázquez Rojas y Lucios Cabañas.
El agravio en contra de los profesores guerrerense es enorme en tan solo dos años que duró el movimiento magisterial, Ángel Aguirre Rivero, alrededor de 10 presos políticos y ocho activistas asesinados.
La primavera magisterial no logró la derogación de la ley educativa, pero los sacrificados fueron los maestros, pusieron presos políticos, 43 normalistas desaparecidos, cinco normalistas asesinados, un estudiante de la Universidad Pedagógica Nacional asesinado y un profesor corrió con la misma suerte.
Durante la protesta por la presentación con vida de los 43 normalistas desparecidos en Iguala Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, fue asesinado el profesor Claudio Castillo Peña el 24 de febrero de 2015 en Acapulco, y el estudiante de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Antonio Vivar Díaz en junio de 2015, en Tlapa de Comonfort.
“Honrar la memoria de los normalistas y docentes asesinados durante las jornadas de resistencia de febrero de 2013 a junio de 2015, por oponerse a la política neoliberal debe ser la tarea de todos los profesores que tienen conciencia”, pide el profesor.
Así se construyeron los profesores guerrerenses, entre las barricadas y estigma que le endilgó el gobierno de Guerrero y de Peña Nieto. Seis años después, el actual gobierno echó abajo la reforma educativa, sin embargo, nada ha cambiado para las maestras y maestros.
No hay más presiones, sí, es cierto; hay aumento salarial, sí, es cierto, no lo podemos negar, pero aún hay maestros que trabajan sin cobrar un solo centavo, a pesar de que llevan más de dos años frente a grupo.
El actual gobierno de Guerrero sigue la misma dinámica de gobiernos anteriores, no ve y no escucha.
De ahí se hace indispensable volver a la pregunta de Julio Cesar Hernández Aldama: “¿Qué vamos a celebrar en el Día de maestro?”
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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