El desplazamiento de la comunidad migrante de Haití, Venezuela, Brasil y Ecuador obligó al gobierno de la Ciudad de México a instalar un albergue para que pernocten mientras hacen tramite en Comar e INM
Texto y fotos: Kau Sirenio
CIUDAD DE MÉXICO. – El grito de los niños se pierden entre las tiendas de campaña que fueron habilitadas para la comunidad migrante que está de paso en la capital del país. Aquí, infantes y adolescentes patean un balón de futbol sin que nadie les pueda robar la alegría.
Los jugadores no hablan la misma lengua, pero se comunican con los pies cuando corretean la pelota en el patio del albergue temporal que acondicionó el gobierno de la Ciudad de México. La risotada se pierde por culpa de la lluvia que se dejó caer en el Bosque de Tláhuac.
–Por aquí, voy solo –grita desesperado un menor. Sus compañeros no le hacen mucho caso. Ellos corren por donde tienen mejor vista para disparar hacía la portería improvisada.
El balón está en la cancha, pero no es fácil de moverse porque los límites se topan con la pared. De ahí no hay otra forma de avanzar, ni siquiera para entrar, porque la seguridad es muy parecida a la de las aduanas fronterizas.
Cruzar la puerta del albergue temporal para migrantes es como pasar a la aduana internacional de la frontera Norte. Aquí los migrantes presentan su pasaporte a la policía de la Ciudad de México para entrar e iniciar el trámite en el modulo del Instituto Nacional de Migración (INM).
Este espacio se inauguró el 30 de marzo. Ese día, la Secretaría de Gobierno anunció que la apertura del albergue para migrantes en la alcaldía Tláhuac es para dignificar a las personas en transito. Sin embargo, este anuncio tardó en llegar, pues la migración empezó a crecer desde octubre del año pasado.
En este albergue ha desfilado la comunidad migrante de Venezuela, Haití, Brasil, Ecuador, El Salvador, Honduras, Chile, República Dominicana, Guatemala, Nicaragua, Perú, Egipto, Angola, Francia, Cuba, Colombia, Congo y Siria.
La casa temporal para los migrantes se ubica detrás del Bosque de Tláhuac. Sin embargo, llegar a este lugar a los migrantes le cuesta de 200 a 300 pesos en taxis, a menos que los refugiados en tránsito conozcan la ciudad para que se muevan en transporte público.
Desplazarse en las arterias de la capital es como patear el balón sin alcanzar la portería, sobre todo si las personas vienen desde la central camionera del Norte. Cada paso es como caminar en una garganta de tiburón que no tiene ni salida.
A pesar que este lugar tiene lo necesario para vivir bien: cobijas, comida, agua y baño, no deja de ser un centro de detención. Porque desplazarse hacia el centro de la capital es un viacrucis, y a la par, en esta zona es más escaso el empleo.
Una vez adentro, empiezan las carpas de los gobierno de la Ciudad, Federal y de organismo autónomos. El primer modulo que uno se topa es de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX), le sigue la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y después el INM.
Luego sigue el comedor comunitario, aquí todos reciben tres raciones al día: almuerzo, comida y cena, además se les entrega botella de agua.
–Nosotros nos venimos en buses, no sé cómo, pero llegamos hasta aquí –suelta a bocajarro José, un muchacho venezolano que está de paso en Tláhuac.
El subdirector de Migrantes del gobierno de la Ciudad de México, Jorge Omar García Hidalgo, dice que la apertura del albergue temporal para migrantes es una respuesta a la demanda de las personas en tránsito en la capital.
“Este albergue es temporal, se diseñó con el más alto nivel de gobierno, con el apoyo de la Alcaldía, gobierno de la Ciudad, y Federal, para dignificar a los migrantes que se encontraban en la Plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez, de la Alcaldía Cuauhtémoc” explica.
El viernes 30 de marzo, el albergue se inauguró con 158 personas en tránsito. Durante la primera semana este número aumentó a 240, luego a 550. Ahora son 700 personas, entre niños, adolescentes y adultos.
Todas las personas que arriban a este lugar reciben información de la CDHCDMX para que interpongan una queja en contra de algún funcionario en caso que les llegara a obstruir el libre transito. Mientras, la Comar le explica a los migrantes cuales son los requisitos para obtener un refugio en que caso que lo llegara a necesitar.
En el modulo de INM la fila es más numerosa, aquí los migrantes hacen el trámite para obtener un permiso migratorio de 45 días en el país. Con este permiso, las personas en tránsito pueden comprar boletos de autobús o de avión para trasladarse a otra ciudad en el Norte del país.
En entrevista con Pie de Página, el subdirector de Migrantes del gobierno de la Ciudad de México, Jorge Omar García Hidalgo, dijo que la mayoría de los migrantes viajan hacia las ciudades fronterizas: Ciudad Acuña, Coahuila; Ciudad Juarez, Chihuahua; y Tijuana, Baja California.
Mientras hablamos, los niños juegan en el patio del albergue. Ahora la nube cubrió el sol, y en cuestión de minutos una ligera llovizna se dejó caer. Todos buscaron un espacio para guarecerse de la lluvia.
–¿Hay espacio aquí? –preguntó una mujer con casaca color vino que decía “Gobierno de la Ciudad”.
“Están esperando el turno en migración, pero ya empezó a llover. Si los dejamos allá fuera se van a mojar”, advirtió la mujer. Salió toda mojada de la carpa y regresó en menos de cinco minutos con siente personas: cuatro mujeres, dos hombres y un menor.
Cuando la lluvia se esfumó todos salieron como hormigas de las carpas y empezaron a sus actividades. Los niños con su pelota, la policía a seguir revisando, los de INM, con su lentitud, siguieron llenado del permiso migratorio.
Mientras, en la cocina, los encargados de alimentación empezaron a ordenar la entrega de la cena. En lo que el campamento recobra vida, García Hidalgo pone al tanto de lo que ocurre en el albergue.
“No todos se quedan aquí, muchos llegan en la mañana por el permiso migratorio, si alcanzan tenerlo rápido, se van a la central del Norte. El gobierno de la Ciudad de México les apoya con un autobús para moverlos a su destino”, detalla el funcionario del gobierno de la Ciudad.
La población total que pernocta en el campamento de Tláhuac es de 734 personas. El número aumentó a 34 personas comparado al censo de este martes. Mientras que en las plazas de la Alcaldía hay lonas que invitan a los vecinos para que se solidaricen con alimentos no perecederos, útiles para aseo personal y ropa en buen estado.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona