8 marzo, 2023
En entrevista con Pie de Página, el codirector ejecutivo de Global Exchange, Marcos Castillo, urgió a los gobiernos de los Estados Unidos, Canadá y México a promover la igualdad y garantizar la sostenibilidad ambiental para alcanzar la paz para las comunidades binacionales.
Texto: Kau Sirenio
Foto: Global Exchange
CIUDAD DE MÉXICO. – El Codirector Ejecutivo de Global Exchange, Marcos Castillo estuvo en México durante la Cumbre por la Paz que se realizó del 23 a 24 de febrero. La Cumbre fue un encuentro al que llegaron líderes de la región para abordar problemas como el desplazamiento en las comunidades indígenas por proyectos extractivos y las violencias que transgreden las fronteras.
En entrevista con Pie de Página, Marcos Castillos habló de la migración en las fronteras Sur y Norte, así como de los conflictos por el tráfico de armas de Estados Unidos a México.
“Para construir cualquier tipo de paz entre México y Estados Unidos tenemos que empezar en nuestras comunidades y esto se hace con el diálogo”, soltó a bocajarro el activista.
Luego, agregó que esto solo se logrará “con el diálogo franco y democrático amplios, entre sectores de la región en el 2023. Hay una profunda división, tensión y toxicidad política que ha empoderado a los extremos”.
Marcos Castillo nació en Puebla, y desde hace 20 años trabaja en la promoción de proyectos trasnacionales, movimientos regionales, reunificación familiar, integración, (re)integración local y vinculación ciudades de destino-origen.
En la plática, el activista dijo que en los últimos años se ha roto la posibilidad de sostener un diálogo entre México y Estados Unidos.
“Incluso, dentro de México es difícil pensar el diálogo. Y en los Estados Unidos ni se diga”, cuestionó.
Con una mirada más allá de la frontera, el fundador de la Red de apoyo a Migrantes de Retorno en la Ciudad de México explicó que a la Cumbre por La Paz fue un encuentro de diálogos que recorrió desde el sur del Bronx hasta las comunidades indígenas de Morelos.
“Es muy interesante descubrir lo que señala la hegemonía de la historia oficial. Dice que históricamente estamos rivalizados afroamericanos y latinos. En los hechos, en el diálogo, descubrimos que tenemos mucho más en común de lo que hasta ahora se nos dice, por supuesto que es lo opuesto a la construcción del diálogo” explicó.
El asesor de la Red de Pueblos Trasnacionales señaló que la paz como vía para la justicia es lo opuesto a la idea de la frontera, la cual implica el cierre del diálogo y colaboración. “Lo opuesto representa más violencia del poder del Estado”, agregó.
–¿La falta de diálogo es la causa de tráfico de armas? –quiero saber.
–Sí –suelta sin detenerse.
“El tráfico de armas en la frontera representa un espacio en la geografía política donde el Estado impone su ley y al mismo tiempo el Estado legitima la corrupción”.
El promotor de los derechos humanos de los migrantes señaló que el muro fronterizo inició con Bill Clinton, mientras que las deportaciones se acentuaron más con Barak Obama y Donald Trumpl, lo cual criminalizó a los migrantes, aún cuando las armas son enviadas desde los Estados Unidos.
–Esto ¿Qué significa? –cuestiono de nuevo.
–Mira, los Estados Unidos permiten que en las tiendas de armas del lado fronterizo estadounidense se vendan armas como si fueran dulces sin necesidad de identificación. Ellos lo saben. Ellos lo permiten, y en las fronteras también permiten el tráfico de droga.
Castillo levanta la cara, hace un gesto y agrega a la conversación.
“Mientras que del lado de México se produce la droga que Estados Unidos consume y permite que lleguen a sus habitantes, por su supuesto que la frontera es un espacio de limitación de derechos de las personas pero no de drogas ni de armas”.
Marcos pone el dedo en la llaga al señalar que la frontera es un espacio corrupto y permisivo, donde el tráfico de armas letales es más alta en los últimos años.
Aseguró que el 70 por ciento de las armas recuperadas en escenas del crimen en México vienen de los Estados Unidos. “La mayoría de ellos por la vía del tráfico. En una porción más pequeña proviene de armas que fueron vendidas oficialmente al Estado mexicano, a veces se pierde a manos del Ejército y policías o lo utilizan para cometer crímenes en contra de la población civil”.
–El trafico de armas es de ahora ¿O tienes años que empezó? –inquiero al investigador.
–No. Esto viene de años, pero los presidentes de México y Estados Unidos no le prestaron atención. Que no nos espanten ahora que no sabían los pasaba con Genaro García Luna.
–¿Qué representa para México que un jurado haya declarado culpable a García Luna? –insisto.
–García Luna representa el punto más vergonzoso hasta ahora. La verdad pudo ser peor en una estrategia de seguridad fallida, no sólo en México, sino también en los Estados Unidos.
“Durante varios sexenios a Genaro García Luna se le dio todo el poder de parte del gobierno mexicano, pero también de Estados Unidos para operar y hacer tratos con criminales a cambio de, aparentemente, negociar con algunos sectores del crimen organizado. Esta evidencia es innegable. La violencia en el país es producto de unas serie de negocios donde están involucrados criminales y también autoridades».
El Codirector de Global Exchange enumera una serie de eventos en el que está involucrado Estados Unidos para proteger a García Luna. Como la operación rápido y furioso, y las falsas puestas en escena del caso Cassez.
Sin soltar la platica, Marcos Castillo toma una respiración profunda y suelta otras ideas para alcanzar la paz.
“Necesitamos tener muchos diálogos comunitarios para encontrar estrategias que permitan fortalecer el tejido social. Que las comunidades se organicen más y mejor para prevenir el delito en general. Urge que los estados inviertan más en la prevención de salud mental y tratamiento de las adicciones”, concluyó.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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