13 febrero, 2023
Este primero de enero el Hospital Veterinario de la Ciudad de México dejó de operar los fines de semana. Desde que se creó, había atendido todos los días de la semana, pero este año, a pesar de recibir mucho más presupuesto que en años anteriores, ha empezado a disminuir sus capacidades de atención
Texto y fotos: Arturo Contreras Camero
CIUDAD DE MÉXICO.- La Agencia de Atención Animal de la Ciudad de México parece estar en campaña para que el Hospital Veterinario de la Ciudad de México atienda a menos pacientes. En octubre, después del cierre de varios servicios del hospital, su dirección anunció una alza de precios. Este febrero inició con el anuncio del cierre de dos días de operaciones en la atención al público, esto, a pesar de que la Agencia, de donde depende el hospital, pasó de tener 5.6 millones de pesos, a 33.4.
Desde inicios de año, el director del hospital informó a los médicos veterinarios que trabajan ahí que, por órdenes de la Dirección General de Administración de Personal de la Secretaría deAdministración y Finanzas del gobierno local, en el hospital ya no se podría laborar los fines de semana.
Los médicos alegan que los cambios no se hicieron con el tiempo ni bajo los mandatos legales, que dicen se deben hacer con por lo menos 14 días de anticipación y con anuencia del sindicato que representa a los trabajadores, pero nada fue así.
Hoy, buena parte de los médicos trabajan bajo protesta, en horarios empalmados con la otra mitad de los médicos que sí aceptaron los cambios a los horarios, sin una claridad en los horarios de trabajo ni en lo que ello pudiera representar en el hospital.
“El chiste es trabajar de manera cordial, nos dijeron los directivos –cuenta una de las personas que laboran al interior del hospital que pide anonimato por miedo a represalias– Nos dijeron que solo vamos a hospitalizar los y lunes y tal vez martes, para dar a los pacientes de alta antes del viernes. Si fuera de esos días nos traen pacientes que necesitan hospitalización, nos pidieron rechazarlos, decir que es parte de una transición”.
El primer fin de semana después de la orden, varias personas acudieron con sus animales de compañía al hospital, que ya tiene fama en la zona de Iztapalapa donde opera y es conocida por muchas personas de toda la zona conurbada. Sin embargo, los recibió un anuncio con recomendaciones de hospitales privados a dónde acudir. Este hospital veterinario público, de los únicos en su tipo en el país, fue inaugurado en 2016 con la meta de dar atención a población de escasos recursos y a sus animales de compañía. Ese mismo día, algunos de los médicos también asistieron a trabajar, pero los policías de la entrada les impidieron la entrada.
Todo el problema, cuentan los médicos, inició la primera semana de este año, cuando fueron avisados de una nueva manera de contratación. “¿Cómo es un hospital en el que no podemos dar servicio sábados y domingos, o ir a cuidar a los pacientes. Eso nos dijo un día el titular, Carlos Esquivel, quien prepotentemente nos dijo que está facultado para hacer esos cambios, si él quiere, pero la ley dice que debe ser de mutuo acuerdo con los trabajadores,y que el sindicato debe reconocer ese acuerdo, lo que nunca pasó”, cuenta otra persona del hospital.
Ante la irregularidad, el personal médico inconforme se amparó y decidió presentar un documento al director del hospital en el momento en que les presentó sus nombramientos, algo parecido a un contrato anual, con los cambios de horario anunciados. Sin embargo, el director amenazó con que la inconformidad significaba que eso implicaba aceptar de manera tácita el nombramiento.
Hay trabajadores que por más de 4 años habían tenido una dinámica laboral y familiar que es difícil cambiar de un día al otro, y menos sin diálogo de por medio con quienes los contratan, explicaron varios de los médicos durante una protesta en contra de los cambios, quienes también reconocen que pareciera ser parte de una estrategia para reducir la plantilla y las operaciones del hospital.
“Cuándo hubo la migración –cuando el hospital pasó de ser responsabilidad de la Secretaría de Salud a la de Medio Ambiente de la Ciudad– empezó todo el problema”, cuenta una de las médicas.
“Quedó a cargo este señor y decidió aplicar un examen de conocimientos para despedirnos, lo que también está fuera de sus atribuciones. Él dice y jura que lo hicieron académicos de la UNAM, pero hasta donde sabemos de ahí no salió muy acomodado, pero insistió en que si él quería, no podía despedir. Ha estado afectando el hospital, cortando los insumos y cerrando servicios, en personal que nos empieza a limitar para ir a trabajar”.
Desde hace un año, los médicos del hospital tienen que pedir a quienes llevan a sus animales de compañía llevar insumos propios, desde lo más básico, como gasas y alcohol, hasta jeringas y otros instrumentos. En los baños no hay jabón ni tampoco en los quirófanos y los médicos se asean con detergente.
Después de varias protestas, las autoridades del hospital y de la secretaría de finanzas han establecido mesas de diálogo, sin embargo, el hospital sigue recortando sus servicios. Se espera que la próxima semana haya una propuesta de reapertura en fines de semana y un reordenamiento de los horarios del personal médico.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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