15 enero, 2023
El ejido San Isidro no recibió las 160 hectáreas de tierra por parte de la empresa Nutrilite, que había firmado un acuerdo con Sedatu. La empresa promovió un juicio de amparo y el juez concedió una suspensión
Texto: Carmen Aggi Cabrera / Letra Fría
Fotos: Vianney Martínez Pérez / Letra Fría
SAN GABRIEL, JALISCO.- El ejido San Isidro no recibió el pasado 14 de enero las 160 hectáreas de tierra; fecha que era el plazo final para que la empresa Nutrilite cumpliera los acuerdos a los que llegó con el gobierno federal mediante la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) -en julio pasado en el marco de la ejecución de la Resolución Presidencial- y les regresara las 160 hectáreas de tierra que quedaron pendientes. Sin embargo, la empresa no entregará las tierras.
La empresa Nutrilite promovió un juicio de amparo el 12 de julio pasado, ante el Juzgado Quinto de Distrito en Materia Administrativa. Sin embargo, no les prosperó el amparo.
Ante esto, los abogados tramitaron un recurso de revisión y en agosto (un mes después de que fuera ejecutada la Resolución Presidencial por una brigada del Gobierno Federal, y se firmara y sellara el Acta de Posesión y Deslinde del polígono de las 280 hectáreas pendientes de entregar al ejido San Isidro) el juez concedió a la empresa, el incidente de suspensión 1411/2022-I, «hasta en tanto no se resuelva en definitiva el juicio de amparo principal»; por este motivo se suspendió la entrega de las 160 hectáreas que estaba programada para el 14 de enero.
Esta suspensión fue concedida «para el efecto de que las cosas se mantengan en el estado que actualmente guardan». Es decir, para que no se ejecute el oficio del 1 de julio de 2022 y por ende, no se ejecute la Resolución Presidencial, sin embargo, ésta ya fue ejecutada legalmente antes de la suspensión otorgada por el juez.
En dicha ejecución estuvo presente el apoderado general judicial de Nutrilite, el abogado René Alejandro Morales Lira. Él acreditó dicho carácter mediante un poder notarial. Al abogado, la brigada le informó de manera detallada el motivo de la diligencia, se le mostraron los oficios de comisión del personal asignado por el gobierno federal y él estuvo presente durante todo el proceso, desde el inicio hasta la culminación.
En el documento de amparo-del cual Letra Fría tiene una copia-, el juez enfatiza que «la presente medida cautelar que se otorga no tiene efectos restitutorios, motivo por el cual, en caso de que los actos reclamados se hubieran consumado ya, si los mismos obedecen a antecedentes diversos a los narrados en la demanda de garantías, o si dichos actos provienen de autoridades distintas a las señaladas como responsables, en consecuencia, la suspensión otorgada no surtirá efectos legales».
Mediante un comunicado, el Comisariado Ejidal del ejido San Isidro pidió la comunidad su solidaridad en este momento. Para evitar confrontaciones, «NO se llevará acabo ninguna actividad en nuestro ejido, pedimos que muestren su solidaridad con el proceso por medios digitales, pero no es conveniente que vengan», dice el comunicado.
El Comisariado Ejidal seguirá promoviendo los recursos legales necesarios hasta que tengan la posesión material -y no sólo legal- de las 160 hectáreas restantes.
En teoría el gobierno federal a través de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (SEDATU) entregaría en julio pasado la posesión jurídica y material de 280 hectáreas del predio El Petacal a sus legítimos propietarios, el ejido San Isidro, pero “ventajosamente”, la empresa Amway-Nutilite sembró en 160 y eso, quedó pendiente.
La posesión física y material fue parcial. Los ejidatarios sólo recibieron físicamente 120 hectáreas.
Amway-Nutrilite se amparó en el artículo 302 de la Ley Federal de la Reforma Agraria (que fue derogada por la nueva Ley Agraria de 1992, pero es aplicable al caso), y sembró 160 hectáreas para no entregarle las tierras a los dueños legales y ganar tiempo para interponer recursos jurídicos y pelearlas.
Según testimonios de pobladores, la empresa contrató maquinaria en municipios de la región y pagó a trabajadores para que días antes de la ejecución, sembraran y tiraran semilla de garbanzo de manera acelerada en la mayor cantidad de hectáreas posible.
La Sedatu hizo un acuerdo el viernes 1 de julio con el ejido de San Isidro: notificar de inmediato y darle 24 horas a la empresa Amway-Nutrilite S.R.L. de C.V., para que demostrara la propiedad legal o no, de las 280 hectáreas en San Gabriel, Jalisco.
Sin embargo, falló al primer acuerdo pues extendió el plazo a 72 horas y les dio a ganar tiempo. El término legal para la empresa venció el miércoles seis de julio a las 11:59 de la noche, pero la Sedatu no entregó la posesión de las tierras el jueves, como lo había prometido; se demoró ocho días más, tiempo que la transnacional aprovechó.
Amway- Nutrilite no solo usó ese tiempo para sembrar tierras, también interpuso un juicio de amparo el martes doce de julio, para evitar que la autoridad federal entregara la posesión de las tierras a sus legítimos dueños, pero fue desechado por la autoridad competente.
El asesor jurídico contratado para esta ejecución, señaló en ese momento a la reportera, que la empresa aprovechó los errores cometidos por la SEDATU el 30 de junio y tuvo tiempo para planear esta siembra: “Esto sí es importante señalar porque se debió a la defectuosa ejecución que se realizó el 30 de junio. Fue un aviso a los poseedores y propietarios afectados para que hicieran este movimiento. Sin embargo, el ejido está contento porque recibe esta superficie en su totalidad como posesión jurídica y más de 120 hectáreas como posesión material y se otorga un plazo de seis meses a la empresa Nutrilite para que recoja sus cosechas en las restantes superficies y el ejido pueda acceder a la posesión plena de todo el polígono”.
A más tardar este 14 de enero de 2023, la transnacional debería desalojar y dar las tierras a sus legítimos dueños la totalidad de sus tierras que debieron recibir en 1939. Nutrilite incumplió, sin embargo, San Isidro avanza en la lucha por recuperar la posesión material de su territorio.
Para concluir este procedimiento, la SEDATU debió elaborar el Plano Definitivo del ejido. Y ya lo hizo. Se trata de un documento que incluye las dos fracciones del territorio ejidal, lo que era de la Hacienda San Isidro y la Hacienda El Petacal, que suman, en total, 536 hectáreas.
Después de que la SEDATU elaboró el Plano Definitivo, la autoridad federal emitió la Carpeta Básica del ejido, que incluye tres documentos: la Resolución Presidencial emitida por Lázaro Cárdenas del Río el 23 de agosto de 1939 que concedió por concepto de dotación de ejido al poblado San Isidro, una superficie total de 536 hectáreas; el Plano Definitivo y el Acta de Posesión y Deslinde, ésta última, elaborada y firmada el 14 de julio del año 2022.
Después de 82 años de lucha histórica, el Registro Agrario Nacional (RAN) en Jalisco, entregó este jueves 12 de enero, la Carpeta Básica al ejido San Isidro.
Desde hace 29 años los ejidatarios ganaron una sentencia en tribunales agrarios, demostrando que son los legítimos propietarios de las 280 hectáreas de las cuales, hoy, la empresa transnacional Amway-Nutrilite tiene en posesión material, pero no legal, de 160 hectáreas.
*Esta publicación fue realizada por LETRA FRÍA, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leerla.
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