Esta es la historia de la aerolínea más grande Latinoamérica, que pasó de la bonanza a la ruina tras ser vendida a un grupo empresarial. Ahora, militares en retiro tienen el encargo de hacerla resurgir de las cenizas…
Texto: Daniela Pastrana
Foto: Iván Stephens / Archivo Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- El 28 de agosto de 2010, el vuelo MX 866 despegó a las 4:15 de la tarde del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México rumbo a Toronto, Canadá. Fue el último vuelo de Mexicana de Aviación, la aerolínea más antigua de México y la más grande de Latinoamérica.
Cuatro años después, en abril de 2014, la jueza Edith Alarcón decretó la quiebra de Compañía Mexicana de Aviación. Nadie escuchó los reclamos contra Gastón Azcárraga Andrade, dueño de Grupo Posadas y presidente de los consejos de administración de los grupos controladores de la empresa (Grupo Mexicana de Aviación y, a partir del 6 de noviembre de 2008, Nuevo Grupo Aeronáutico).
La sentencia dejó indefensos a más de 8 mil 600 trabajadores sindicalizados y jubilados, quienes iniciaron una larga resistencia ante el desmantelamiento de los contratos colectivos de trabajo, y acabó con un ícono de la industria aérea nacional.
Pero la historia había comenzado, en realidad, en 2005, cuando el expresidente Vicente Fox vendió la aerolínea en 165 millones de dólares a Grupo Posadas, que en cinco años llevó a la quiebra a la aerolínea más importante del país.
Doce años después del último vuelo, y tras una batalla contra cuatro administraciones federales, sindicatos de la extinta aerolínea llegaron este viernes 6 de enero a un acuerdo con el gobierno de México para ceder la marca y varios activos de la compañía por 816 millones de pesos.
Para recuperar la empresa desmantelada y pagar a los extrabajadores una cantidad mínima del adeudo, el gobierno mexicano invertirá menos del 10 por ciento del valor que tenía la empresa cuando era propiedad mayoritariamente estatal.
Los activos que quedan serán utilizados ahora por el gobierno federal para operar nuevamente su propia aerolínea comercial, que tendrá el nombre pero no los recursos ni el personal que llegó a tener.
El plan del presidente Andrés Manuel López Obrador, planteado por él mismo en distintas conferencias, es crear una empresa aérea dirigida por elementos en retiro de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quien será la encargada del relanzamiento de la aerolínea mexicana.
“Va a haber una línea aérea nueva, que va a ser manejada por la misma empresa que va maneja el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles y el nuevo aeropuerto de Tulum, pero se va a agregar también el manejo del aeropuerto de Chetumal, Palenque y Campeche, ya tomamos la decisión”, expuso el presidente en su conferencia del 5 de noviembre.
La nueva aerolínea del gobierno operaría desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y se prevé que inicie operaciones en diciembre de este año, con unos diez aviones arrendados, por lo cual buscan un acuerdo con la empresa fabricante Boeing.
La venta acordada incluye los derechos de uso de la marca como MexicanaLink y MexicanaClick, entre otras embargadas desde 2017.
El gobierno pagará 407 millones 442 mil pesos por la marca Mexicana de Aviación; 210 millones 700 mil pesos por el Edificio CAT en la Ciudad de México; 86 millones de pesos por un edificio en Guadalajara; 28 millones 981 mil pesos por el piso Balaceras y está pendiente el monto del pago por un simulador de vuelo.
La propuesta de compra fue presentada a los trabajadores de la aerolínea por la secretaría del Trabajo y Previsión Social Luisa María Alcalde Luján.
Estuvieron de acuerdo la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), el Sindicato Nacional de Trabajadores de Transporte, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS) y la Asociación de Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM).
La reunión, de poco más de dos horas, se realizó en la Secretaría del Trabajo y participaron las organizaciones gremiales, el subsecretario del trabajo, Alejandro Salafranca, la presidenta de la junta federal de conciliación, María Eugenia Navarrete, y el síndico de la quiebra, Alfonso Ascencio Trujeque.
El dinero es considerado por los trabajadores parte de su liquidación, pero no llega ni siquiera a la décima parte del adeudo reclamado por los trabajadores a la empresa, que eran 9 mil millones de pesos.
“Evidentemente, ante la circunstancia de que no existen bienes suficientes para cubrir el adeudo, estos 817 millones serán repartidos entre los exempleados”, dijo al diario La Jornada Fausto Guerrero, líder de la asociación de jubilados.
Mexicana de Aviación fue creada en 1921, como una aerolínea de transporte de correos y pasajeros, lo que la convirtió en una de las tres aerolíneas más antiguas del mundo y la segunda de Latinoamérica, después de Avianca.
Para 1929 Pan American Airlines (PanAm) tomó control de las acciones y se abrió la primera ruta internacional a Estados Unidos. A partir de entonces, Mexicana comenzó un crecimiento sostenido, y tres décadas después, Crescencio Ballesteros Ibarra y Manuel Sosa de la Vega lograron que todo su capital fuera mexicano. En la década de los años 70 era la línea más grande Latinoamérica, tenía jets y la flota más grande de Boeing 727 fuera de Estados Unidos.
En 1982 el gobierno de México compró el 54 por ciento de las acciones de la empresa. Pero tras 23 años de mantenerse como una empresa que contaba participación estatal mayoritaria, en 2005, el gobierno de Vicente Fox vendió Mexicana de Aviación a Grupo Posadas, consorcio hotelero fundado por Gastón Azcárraga Tamayo, en 1967 y cuyo dueño era su hijo, Gastón Azcárraga Andrade.
El empresario logró lo impensable: en cinco años arruinó a una empresa que había sobrevivido a todas las crisis.
En 2006, con el argumento de que atravesaba por problemas financieros, Mexicana pidió a sus sindicatos los ahorros de sus trabajadores y firmó un contrato con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) para adecuar los salarios y prestaciones de los pilotos, con lo que, por cuatro años, ahorró 200 millones de dólares, según un reportaje de Sin embargo. https://www.sinembargo.mx/21-08-2019/3632435
Otra de las estrategias de la empresa, según el mismo reportaje, fue la de crear filiales para dar servicios aéreos, pero que tenían condiciones desfavorables para los empleados. Con esas filialess, el grupo aumentó su porcentaje de participación de vuelos domésticos de 22 a 30 por ciento.
En 2009, el grupo de aerolíneas de Mexicana, transportó a más de 11 millones de pasajeros, 6.6 eran en rutas domésticas y 4.5 millones en rutas internacionales. Tenía una flota de 110 aviones.
Lo que sigue es conocido: Los trabajadores se fueron a huelga, la empresa entró en concurso mercantil en 2010 y fue declarada en quiebra desde 2014
En agosto de 2019, el presidente López Obrador afirmó que Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón desincorporaron y entregaron las aerolíneas Mexicana de Aviación y Aeroméxico a empresarios que proporcionaron dinero a sus campañas:
“Este señor (Gastón) Azcárraga ayudó en la campaña de (Vicente) Fox, y cuando llega a la Presidencia le venden Mexicana y la compra, luego la quiebra y se deja a los trabajadores sin empleo”, dijo el presidente en su conferencia.
Los ex trabajadores de Mexicana de Aviación iniciaron una larga batalla desde dos frentes: los afiliados a sindicatos y los 700 jubilados, quienes tomaron el espacio de Mexicana en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y mantuvieron una cafetería.
Los jubilados son el grupo más vulnerable, pues llevan años sin recibir su pensión y no tienen oportunidades de empleo. En septiembre de 2022 fueron desalojados por la Marina
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En cuanto a los sindicalizados, además del reclamo de salarios caídos y pensiones, el 28 de junio de 2011, denunciaron a Gastón Azcárraga por difundir información falsa al público inversionista y omitir un evento relevante que consistía en el cese de operaciones de la aerolínea.
De acuerdo con la denuncia, las violaciones reclamadas están previstas en la Ley del Mercado de Valores en la fracción I y II del artículo 383.
El empresario presentó amparos, que fueron desechados por un Tribunal Colegiado, a pesar de que el gobierno de Enrique Peña Nieto, intentó fallidamente protegerlo.
Días antes del cambio de gobierno, el 22 de noviembre de 2018, el encargado de despacho de la entonces PGR, Alberto Elías Beltrán, y el subprocurador especializado en Investigación de Delitos Federales, Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, presentaron la solicitud de desistimiento en contra de las órdenes de aprehensión ante el Juzgado Décimo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México, en la causa penal 47/2014, de acuerdo con un reportaje de Proceso.
El juez resolvió su improcedencia, por lo que Gastón Azcárraga sigue prófugo.
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En 2014, cuando se decretó la quiebra, Forbes y la consultora financiera BValue, estimaron que los activos de la empresa rondaban los 135 millones de dólares (30 millones menos que en lo que fue comprada en 2005). Pero con los años, el precio se fue devaluando sin que avanzaran los reclamos laborales. La última cotización divulgada por representantes sindicales, estimaba el valor de la empresa en 75 millones de dólares (unos mil 500 millones de pesos).
El acuerdo con el gobierno mexicano es por la mitad de esa cantidad.
El próximo lunes, las autoridades laborales levantarán los laudos vigentes a favor de los trabajadores de la aerolínea aérea. Una vez eliminados los obstáculos legales, el acuerdo de compra-venta tomará vigencia y el Gobierno acordará con los sindicatos la fecha de la dispersión de los recursos.
“Finalmente Mexicana retomará el vuelo, manejada por la Sedena. Aceptamos la oferta del señor presidente por todo el paquete”, dijo al diario La Jornada Fausto Guerrero, líder de la asociación de jubilados.
De acuerdo con la nota, el dirigente también expresó su beneplácito por el hecho de que “Mexicana volará otra vez con su nombre y queda en manos mexicanas”.
Quería ser exploradora y conocer el mundo, pero conoció el periodismo y prefirió tratar de entender a las sociedades humanas. Dirigió seis años la Red de Periodistas de a Pie, y fundó Pie de Página, un medio digital que busca cambiar la narrativa del terror instalada en la prensa mexicana. Siempre tiene más dudas que respuestas.
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