Con medio siglo de trayectoria, el fotoperiodista Pedro Valtierra, recién reconocido con el premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, conversa en entrevista de su amor por la fotografía, de cómo el Estado la ha controlado históricamente, de sus planes como director de la agencia Cuartoscuro, su percepción del fotoperiodismo, los fotógrafos que le gustan y más
Texto y fotos: Duilio Rodríguez
CIUDAD DE MÉXICO.— Mi encuentro con Pedro Valtierra no fue casualidad, estuve un par de meses buscándolo para platicar del reconocimiento más reciente a su trayectoria como fotoperiodista, el homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez que le entregaron en diciembre en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Platicamos primero en un café de la Colonia Condesa y después en Cuartoscuro, la agencia de fotografía que fundó hace 37 años.
Los que conocen a Pedro saben bien que es un gran conversador, que habla convincente de los acontecimientos políticos recientes sin dejar de lado el contexto histórico, eventos que en muchos casos ha fotografiado desde que comenzó su carrera hace medio siglo.
“A mí me gusta la foto, la he cuidado, la amo, la quiero y conservo mis cosas, como una camarita instamatic con la que empecé en 1972. Yo quería ser boxeador, entonces iba a entrenar box y el director de la revista Boxeo Ilustrado me dijo ‘hazme una entrevista con el duende Martínez’. Escribí la entrevista y se publicó. Ahí tengo esas fotos”.
A partir de ese momento Valtierra dedicó su vida al fotoperiodismo, trabajó en el laboratorio de la Presidencia de la República en lo que ahora es el Centro Cultural Los Pinos, después trabajó en el periódico Unomásuno, fue corresponsal de guerra, fue jefe de fotografía en La Jornada, fundó su propia agencia de fotografía y desde entonces se ha convertido en uno de los fotógrafos más reconocidos en México.
—¿Como fotoperiodista qué cambios has notado o percibes que sean importantes, por ejemplo crees que la fotografía lo puede contar todo, que la fotografía tiene ese poder, tiene tanta fuerza como se piensa?
—Sí tiene mucha fuerza. En la mentalidad de la gente, de la sociedad, la fotografía, por lo menos en lo que a mí me ha tocado ver, tiene mucha credibilidad, lo que se retrata se cree, lo que no se retrata no existe —
Pone como ejemplo el feminicidio de Ariadna Fernanda López cometido hace dos meses en Ciudad de México, en donde se pudo identificar a los probables responsables del asesinato gracias a unas cámaras de seguridad ubicadas en el edificio donde estuvo Ariadna esa noche.
—Si no se publica en redes no existiría, hay una foto de una cámara de seguridad, de una persona que dicen las autoridades que es fulano y que es ella (Ariadna), porque salen de la calle de Campeche, donde estaba, donde había ido.
Es una muestra pequeña de que la fotografía es importante, la gente le da mucha credibilidad, de ahí que siempre el Estado y los Estados, los gobiernos, hayan tenido mucho cuidado con la fotografía, porque le tienen miedo. En el periodismo mexicano, el uso de la fotografía ha sido muy diferente al que se ha hecho en Europa, el Estado mexicano ha controlado la fotografía, desde tiempos inmemoriales se ha publicado solamente lo que le conviene.
Valtierra al conversar suelta frases contundentes, se refiere al control de la fotografía como una política heredada del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
—Hace poco descubrieron una fosa común en Veracruz de 350 personas. No hay una sola foto de esto porque es una política de Estado no publicar fotos de fosas comunes, es una política mexicana, sea presidente (Felipe) Calderón o sea presidente Andrés Manuel (López Obrador). En Argentina las fosas comunes se retratan, en Guatemala las fosas comunes se retratan con 200 muertos o con 300 muertos, en México no, porque hay una cultura priísta de control de los medios. El Estado mexicano lo prohíbe porque le da miedo.
Esos muertos que no se ven, se los endilgan ahorita al presidente Andrés Manuel, en el pasado a Enrique Peña Nieto, y en el otro al quizá responsable verdadero de todo que se llama Felipe Calderón y a todos los ponen igual. Calderón tiene su responsabilidad, Peña Nieto su responsabilidad y éste (Andrés Manuel) su responsabilidad, pero tenemos que caracterizar cada sexenio. Entonces la foto es fundamental a tal grado que se le tiene pavor.
Sin embargo Valtierra, reconoce que en estos tiempos prácticamente no hay cosa que no se fotografíe, y que por eso la foto periodística es tan importante para la sociedad. Lo que inmediatamente me hace pensar en las imágenes falsas que circulan como si fueran verdaderas.
—¿Qué piensas de estos tiempos, en los que cualquier usuario con cámara puede crear una imagen a partir de su manipulación, en donde probablemente una persona no existe, fue creada completamente por un programa?
—Sí, pero tú estás hablando de la fotografía, yo estoy hablando de la fotografía periodística y si la pregunta me la haces para la fotografía periodística yo te voy a responder que me refiero a periodistas con ética con respeto a los lectores, hablo de la foto periodística de profesionales, que no digo que allí no hay manipulaciones, hay muchas maneras de manipular.
No digo que la fotografía sea la verdad, creo y pienso que la fotografía periodística debe decir la verdad, contar la verdad. Entiendo bien lo que estoy diciendo y agrego: ¿Cuál verdad? ¿Cuál es mi verdad? Lo que estoy viendo sé que es subjetivo absolutamente y sé que eso es motivo de debate y que se ha debatido mucho, pero yo no puedo dudar de mi trabajo, no puedo dudar de mi honestidad y de mi ética. En las aulas se puede debatir mucho y se puede poner en duda el trabajo.
Es mi verdad, es lo que yo vi para los lectores. Sé que se va a desatar una polémica en torno a esto, pero entonces mejor vamos a hablar con los filósofos y que ellos hagan periodismo y cuando terminen de discutir podríamos narrar las historias y tomar foto.
Con respecto a la masificación de la fotografía, en la que cualquier persona puede fotografíar y usar herramientas simples de edición, Valtierra dice:
—Creo que la fotografía en este momento está viviendo su gran momento de creatividad, hay mucha creatividad, pero al mismo tiempo se producen cantidades altísimas sin el menor cuidado, pero eso es parte de la dinámica, es parte de la producción de la fotografía, así como hay muchas plumas y no todos son buenos escritores, hay muchos lápices y no todos son buenos poetas, en la fotografía pasa lo mismo.
—La fotografía es un documento y la gente cuando está frente a un choque, un asesinato o cualquier otro evento tiende a fotografíarlo o grabarlo, ¿qué tanto esto puede desplazar el trabajo de un fotógrafo profesional?
—Mucho, yo creo que esa facilidad que tienen ahora de hacer imagen con los teléfonos, con las cámaras que están a punto de desaparecer, en términos generales sí afectan a la fotografía profesional, en general afecta porque facilita el acceso a la fotografía para su consumo, ve los programas de televisión, de cualquier canal y lo que está ahí son los videos que filmaron los testigos de un evento. Por supuesto que afecta a la producción profesional, merma la calidad de la fotografía. Si nosotros los periodistas no decimos ‘vamos por la calidad’, hay tanta oferta pública en todos lados, que sí va a tener un efecto en la fotografía profesional.
Mira, yo te cuento, en mi caso antes trabajaba mucho para periódicos extranjeros, en Finlandia, Alemania, Suecia o en Estados Unidos me contrataban, tengo fácil 20 años que nadie me contrata.Y me pagaban 500 dólares diarios. Hoy nadie me contrata.
He escuchado comentarios de jóvenes que tienen la mitad de la edad que tengo y ya nadie los contrata o les pagan muy poquito, eso es un tema no de Cuartoscuro, sino de la fotografía en general, en los medios en general. Ni siquiera hay mercado, se consiguen gratis.
Valtierra muestra preocupación y admite dudas de cómo va a ser el periodismo en 5 o 6 años, se pregunta si vamos a existir los fotoperiodistas, si Cuartoscuro y las otras agencias van a ser una oferta real para los medios de comunicación.
—Todo parece indicar que los medios van a desaparecer, entonces con la fotografía va a haber muy pocas posibilidades para sobrevivir. Inclusive ahora muchos fotógrafos ya no cobran.
Creo que el futuro será complejo para alguien que está empezando una carrera periodística o de comunicación, ¿dónde va a desarrollarse, a dónde va a ir a trabajar, cuál será su fuente de empleo? Si acaso, un medio de comunicación va a contratar a una persona o dos. Eso me preocupa, me duele porque yo vengo de periódicos donde había 300 reporteros, 30 fotógrafos, comparo mi vida con los chavos que estudian periodismo o comunicación basándose en una realidad que no existe, cambió la realidad y el problema es que cambió demasiado rápido. ¿Se necesita estudiar comunicación, cuando la gente tiene un teléfono, y apenas escribe tres o cuatro líneas?
Kapuscinski (el periodista) iba a las guerras y contaba historias desgarradoras desde Irán, o en África contaba las historias de los pueblos y se las publicaban, era la fuente de información de la sociedad, Hoy Kapuscinski no haría periodismo, bueno sí lo haría pero su efecto sería distinto, ya no tendría que mandar su nota, bueno sí la mandaría, ¿pero pues quién la va a leer? Porque ahora ahí estarían otros a su lado subiendolo a redes—
—Ustedes en Cuartoscuro dan talleres, supongo que hay cierta esperanza de que la gente se siga dedicando a la fotografía, ¿quiénes los toman y por qué los toman?
—De 100 personas, diez, o no sé, nueve, se van a dedicar a la fotografía y de esos nueve nos interesan los que van a crear, los 100 van a tomar fotos pero hay nueve o diez que nos preocupan, así ha sido en las artes, no todos los que la estudian se van a dedicar de manera rigurosa, entonces nos interesa la gente que se está dedicando con más afecto a la fotografía, los que buscan realmente hacer buenas fotos. Tenemos los talleres llenos, saturados de gente, de chavos que quieren aprender, también está el interés por la foto antigua, por eso quiero montar un laboratorio, quiero enseñarles a revelar e imprimir como antes.
Mientras Pedro habla del interés por las técnicas antiguas, le pregunto qué fotógrafos le gustan, qué obra considera indispensable conocer. Me contesta rápidamente con voz grave:
—Acuérdate que yo soy mexicano nacionalista, creo en la foto mexicana y antes que ver a los fotógrafos franceses o norteamericanos debemos ver a los nuestros. Me gusta Graciela Iturbide, Lola Álvarez Bravo, Mariana Yampolsky; de periodistas, Héctor García, Nacho López, Don Manuel Alvarez Bravo, que no es periodista. Alguien me decía una vez que Álvarez Bravo sí fue periodista porque publicó el obrero muerto, le dije, bueno, publicó esa foto, pero no era, conozco personas que han trabajado toda su vida en un periodico y nunca fueron periodistas. Si yo trabajo en un hospital no soy médico.
De los fotógrafos extranjeros me gusta Cartier Bresson y Susan Meiselas.
—¿Y de los fotógrafos que fueron de tu generación o de los más jóvenes?—
—Antonio Reyes Zurita me gustaba mucho y se conoce poco de él, Daniel Aguilar es un buen fotógrafo, Metinides que no es mi contemporáneo es un gran fotógrafo.
Repentinamente ataja la pregunta y revira en broma:
—¿Tú dices buenos fotógrafos, o amigos? Por que hay muchos pero que no son buenos fotógrafos.
Sonríe y continúa.
—Hay muchos “platicógrafos” que platican las fotos y no las toman. En La Jornada al principio hubo dos o tres fotógrafos buenos, la vanidad se los comió, era la época en que una o dos fotos buenas eran celebradas.
Una de las cosas que más afecta a los fotógrafos es la celebración antes de nacer, si fueran boxeadores yo diría que tuvieron buenas peleas amateurs y ya cuando se metieron de profesionales no la hicieron, yo mismo no soy un buen fotógrafo, yo soy un aprendiz de fotografía.
—¿Qué falta aprender?
—Bueno, todos los días se aprende algo, suceden muchas cosas con las que podemos mejorar; por ejemplo en mi caso, en lo digital hay cosas que no conozco, y vienen otras nuevas tecnologías con las que hay que ponerse al día.
Editor y fotógrafo documental, retrato, multimedia y vídeo. Dos veces ganador del Premio Nacional de Fotografía Rostros de la Discriminación.
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