31 diciembre, 2022
El papa emérito Benedicto XVI murió este sábado a los 95 años en el Vaticano; enfrentó la mayor crisis que ha tenido el catolicismo en la modernidad, por los escándalos de abuso sexual de sacerdotes, y fue el primer pontífice en renunciar al cargo, desde la Edad Media
Texto: Redacción de Pie de Página
Foto: Vaticano
CIUDAD DE MÉXICO.- Joseph Ratzinger ocupó el máximo cargo de la jerarquía católica durante 8 años, luego renunció, en medio de una enorme crisis de la iglesia por los escándalos de abusos sexuales. Este 30 de diciembre, el Vaticano anunció su fallecimiento.
“Con pesar doy a conocer que el papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, señaló el director de la oficina de prensa vaticana en un comunicado.
El primer pontífice emérito de la historia, nacido en Alemania y ungido como Papa con el nombre de Benedicto XVI, había sido un colaborador cercano de Juan Pablo II.
Descrito como «rottweiler de Dios”, Ratzinger fue considerado un conservador profundo. Consideraba la anticoncepción como una «ruptura en la moralidad sexual» y cualquier alternativa a los roles de género establecidos «una violación del orden natural».
Su papado estuvo marcado por los escándalos de pederastia dentro de la Iglesia católica, pues entre 2005 y 2013, el Vaticano enfrentó miles de denuncias de abusos sexuales acumuladas por décadas en muchos países países. Entre ellas, la del sacerdote mexicano Marcial Maciel, fundador de Los legionarios de Cristo, que enfrenta al menos de 175 denuncias de violación y abuso a niños, aceptadas por las autoridades religiosas.
Maciel era considerado un protegido de Juan Pablo II, y una de las primeras acciones importantes del pontificado de Benedicto fue ordenar el retiro del sacerdote mexicano en 2006.
«Muchos defensores de Ratzinger dicen, con razón, que la pederastia fue la marca de su pontificado», señala el sociólogo experto en temas de la Iglesia, Bernardo Barranco, en el artículo «La pederastia y los pecados de Benedicto XVI».
Los movimientos liberales juveniles de la década de 1960 marcaron su forma de pensar. Para un hombre como Ratzinger, el cuestionamiento de las bases de una fe milenaria y extendida por el mundo ameritaban una defensa.
En 2005, cuando se convirtió en papa, la Iglesia católica tenía presencia en cerca de 10 países y unos 65 mil miembros, concentrados mayoritariamente en América Latina. El teólogo tuvo la tarea de mantener los dogmas, en un mundo que clamaba por cambios y en un momento en el que el catolicismo comenzaba a perder su enorme influencia.
Esto se vería reflejado incluso en su papado, explica Barranco: «Gran parte de la crisis del catolicismo en América Latina se debe a esta postura represiva por parte de Benedicto XVI, hacia todo lo que era teología de la liberación».
El 10 de febrero de 2013, Ratzinger, quien entonces tenía 86 años, pronunció un discurso en latín que sacudió a la Iglesia católica como no lo había hecho en siglos.
«Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino», dijo.
Fue la primera renuncia de un Papa desde la Edad Media. Seiscientos años antes, en 1415, lo había hecho Gregorio XII.
“¿Fueron los escándalos de pederastia que marcaron su tiempo en el Vaticano? ¿La existencia de un «lobby gay» en el interior de la Iglesia del que habló en el libro-entrevista con el escritor alemán Peter Seewald en 2016? ¿Sus esfuerzos por reformar el Banco Vaticano para combatir el blanqueo de dinero? ¿O una combinación de todos estos factores?”, se pregunta BBC Mundo.
La agencia británica también apunta que “en el libro de 2016, el mismo Ratzinger reveló que destruiría muchas de las notas que tomó durante su papado para que no quede constancia para la Historia de algunos de los conflictos que experimentó en esos ocho años”.
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