Texto: Lydiette Carrión. Foto twitter: Whorechacha / @axelvaltierra
El 3 de septiembre, un ataque de porros a manifestantes en Rectoría detonó las movilizaciones estudiantiles más importantes de los últimos 18 años en la UNAM. Se barajan hipótesis: grupos internos quieren tumbar al rector; fue un ataque que se salió de control; el PRI está dando la despedida… Pero no todos los grupos que participaron llegaron con los mismos fines, según la versión de los estudiantes. Un mes después, sigue la duda: ¿quién gana con lo que pasó?
Algunas notas que narran la agresión del pasado 3 de septiembre contra estudiantes que se manifestaban frente a Rectoría de la UNAM aseguran que ahí se encontraba el líder histórico del 3 de marzo, un grupo porril que opera en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Vallejo. Pero los ceceacheros aseguran que no fue así. Que el Escorpio o Escorpión, como se conoce a Edgar Carranza, no es el mismo de las imágenes difundidas.
“Yo conozco al Escorpio desde que éramos estudiantes, lo conozco bien. Y el tipo que aparece en las fotografías no es”, asegura un profesor de CCH Vallejo, quien fuera activista en sus tiempos de estudiante, es decir, un enemigo del líder porril. “Se parece, pero no es”, insiste el profesor.
Un exdirigente porril coincide: “No vi a nadie del 3 de marzo. Y el de la foto, ese no es el Escorpio. Él está muy mal, está guardado”.
El profesor de CCH Vallejo tampoco pudo identificar a ningún porro de ese grupo. “El 3 de marzo está en otras cosas. Algunos trabajan con el PRI y otros con (el exjefe delegacional y actual diputado local, Francisco) Chiguil, pero ya están en otras cosas. Son menos violentos”.
–¿Y por qué traían jersey de Vallejo?
–No sé. Recuerda que los porros luego pelean entre sí, o hacen fiestas. Los pudieron haber intercambiado. O igual sí había uno o dos porros de Vallejo, pero no los líderes. No de forma masiva.
–¿Entonces quiénes armaron los desmanes el pasado 3 de septiembre?
–Los de CCH Azcapo. Son los que organizan todos los relajos en la zona desde hace años. Es más, ¿te acuerdas de que hace unos años los porros desalojaron a unos activistas que tenían la radio Regeneración en CCH Vallejo? El pleito de los activistas era con los del 3 de marzo. Pero en realidad quienes los desalojaron fueron los de Azcapotzalco. Los activistas se dedicaban a hacer cada tanto, purga de porros. Los porros se cansaron, llegaron los de Azcapo y los desalojaron.
El profesor se refiere al desalojo ocurrido el 29 de septiembre de 2015, en CCH Vallejo.
“Hay una fotografía (del desalojo), de un tipo vestido de negro que está golpeando con una cadena… fue muy famosa en aquel momento. Pues bien, a ese tipo le dicen el Bam Bam, y es dirigente de Azcapo. No es de Vallejo. Actualmente, los que mueven la zona no son los de Vallejo, sino los de Azcapo”.
Va la versión de los porros, retomada de forma indirecta y confidencial: Aquel día, el 3 de septiembre de 2018, miembros activos y antiguos de la Federación de Estudiantes de Naucalpan (la FEN), llegaron en camiones a las puertas del estadio de Ciudad Universitaria. Pero no iban como golpeadores, sino porque habían gestionado una serie de fotografías con el equipo de futbol de los Pumas ahí mismo, en el estadio.
Según los propios pertenecientes a esta organización, entre los que asistieron al estadio iban señores cuarentones con sus hijos pequeños, familias, y sí, varios estudiantes cercanos a las porras de los Pumas.
Los mismos cuentan que el primer enfrentamiento que tienen con manifestantes ocurre ahí, cerca del estadio, y a estas familias las agarró de sorpresa, entonces se calentaron, recuperaron algunos petardos y “respondieron la agresión».
Sin embargo, otros grupos porriles no se sorprendieron, en particular, los del CCH Azcapotzalco. Ellos sí sabían a lo que iban, según la versión de estos grupos.
Aunque el porrismo viene desde los años sesenta, los grupos que perviven hasta ahora tuvieron un parteaguas en los noventa, y fue ahí que tomaron la forma los nombres y las características actuales.
En los ochenta, se creó Animación Deportiva, una organización que pretendía coordinar y dirigir los diversos grupos porriles de la Universidad. Sus dirigentes eran de Ingeniería y Derecho (con más dinero, y ligados a grupos poderosos en Rectoría y el PRI), y que se infiltró en las preparatorias a través del futbol soccer, no del futbol americano, como había ocurrido en décadas anteriores. Estaba “controlado por los ingenieros y con grupos muy consolidados como el TNT de Vallejo, Prepa 8, Cuatreros de Prepa 5, la Banda Rocker del CCH Oriente. Y tienes, también en esa época, lo más fuerte los Fachas del CCH Naucalpan” explica un exdirigente porril.
Para los noventa, Animación Deportiva desapareció y se impulsó un nuevo intento de coordinación inter porril. A este lo llamaron Porra Estudiantil universitaria (PEU). La iniciativa vino desde Prepa 4 y CCH Azcapotzalco, pero tampoco cuajó del todo. Quizá porque el poder al interior mismo de los grupos porriles cambió. En aquella misma década, “el poder baja de Ingeniería y Derecho al CCH Vallejo”.
El punto de quiebre es el 3 de marzo de 1993, cuando nace el ahora histórico “3 de marzo”, como “respuesta a la violencia que les ponían los de la Voca 5 – Jacarandas”, cuenta un exparticipante.
El 3 de marzo fue el crisol de esa nueva forma de hacer porrismo en la UNAM: el poder estaba en las escuelas periféricas, no en Ingeniería ni Derecho. Y se iba estrechando la relación con el estadio de futbol soccer.
En torno al grupo se cohesionaron y fortalecieron otras escuelas: el grupo Pedro de Alba, de Prepa 9, Los Bohemios, de la Prepa 3; y los porros de Prepa 8, entre muchos más. Para 1997, además, apoyaron la fundación de la Federación de Estudiantes de Naucalpan.
La FEN se fundó en 1997, y la Rebel –la principal barra de apoyo a los Pumas– nació en 1998, de acuerdo con los estudiantes que los padecieron en aquel entonces, la Federación de Estudiantes de Acatlán fueron sus mecenas.
¿Qué ocurrió antes en México: los porros o las barras? No se sabe de cierto, pero un dato es que la fundación de la Rebel (la barra más célebre y violenta de los Pumas) es en 1998; posterior a la fundación del 3 de marzo (en 1993) y de la FEN (1997). Y es contemporánea a la fundación de Alianza Universitaria, la coordinación porril cumbre del porrismo noventero.
Durante aquel tiempo, los activistas universitarios señalaron que Brígido Navarrete, en director de Atención a la Comunidad de la UNAM y encargado de la entonces Vigilancia UNAM, era el vínculo de las autoridades universitarias con la FEN.
Entonces estalló la huelga de la UNAM, en abril de 1999. Durante esos casi 10 meses que duró el movimiento del Consejo General de Huelga, el porrismo tuvo un papel periférico pero constante e incisivo: hostigamiento, amenazas, vueltas por la universidad y sobre todo por las escuelas periféricas.
Pero no eran faltas de ganas o de métodos. Sergio Cedillo, exporro, narró en una entrevista hace unos años que “había otros grupos que traían planos (de las facultades de CU) y que decían: ‘no, pues vamos sobre de ellos’, ‘vamos a abrir las escuelas’. Entonces nosotros les decíamos, ‘buenos, pues van a abrir las escuelas, ¿y luego qué?’”.
“Porque los porros ya habían tenido una “experiencia negativa” al tomar una escuela durante la huelga: la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
En aquel entonces, dijo Cedillo, José Narro Robles (quien después sería rector y actualmente es secretario de Salud en el gobierno de Enrique Peña Nieto) les decía: “‘Hay que entrar a las asambleas, mayoritear y ganarles en las asambleas para que se abran las escuelas’. Pero eso no se dio”.
De la cercanía de los porros con las autoridades universitarias, hay más datos.
Roberto López, exactivista de CCH Vallejo, pero ahora perredista, narra uno: “La UNAM, al movimiento estudiantil siempre le negó el estadio de CU. Las veces que lo usamos fue tomado. Pero a ellos, los porros, les autorizó el estacionamiento del Estadio Olímpico para un concierto del TRI. ¿Y sabes quiénes eran los contactos de los porros con Rectoría? El Cobra 1, el que apenas el pasado 3 de septiembre salió platicando con los porros, el que ya suspendieron.”
El exactivista se refiere a Teófilo Licona, quien trabajaba como coordinador de Auxilio UNAM. “Eran el cobra, la coqueta, así le decían porque estaba tuerto. Ellos eran los encargados de tener vínculos con la AU”, resume.
Después de la huelga y ya en los 2000, la Alianza Universitaria se fracturó. Al interior del PRI unos trabajaron con Roberto Madrazo y otros con Francisco Labastida y se dividieron, recordó Cedillo en la entrevista. Pero después de las elecciones, fue aún peor, porque el PRI perdió y los recursos se redujeron.
Además, tras la ruptura del PRI, los grupos de Ingeniería y Derecho que todavía tenían fuerza como líderes se diluyeron aún más. Eso permitió que líderes emergentes, con arraigo en barrios populares, tomaran el poder.
El porrismo buscó mecenas en otros partidos. Uno de ellos fue un líder apodado El Escorpio, a quien se le vinculó con el perredismo de la delegación Gustavo A. Madero, al mismo que se confundió de haber participado el paso 3 de septiembre.
La Alianza Universitaria se fracturó, pero la FEN alcanzó muchísima fuerza, del priismo mexiquense. En diversas ocasiones, entre 2004 y 2005 profesores y alumnos filtraron videos grabados de forma clandestina en la que se veía a los porros de la FEN departiendo con patrulleros municipales: los policías les llevaban refrescos y pasaban lista. En esta primera década de los años 2000, los estudiantes del CCH Naucalpan padecieron brutalmente los asaltos y golpizas de los porros.
Como nota al margen, en aquellos mismos años, surgieron grupos porriles donde no existían antes. Prepa 6, CCH Sur, por ejemplo, comenzaron a sufrir el porrismo, a pesar de que no existían grupos similares en la década de los noventa. En 2005, estudiantes de Prepa 6 y Prepa 5 entre otros pararon sus escuelas durante un par de días en protesta contra el porrismo. En aquel entonces, denunciaron que al menos en Prepa 5 los porros entregaban propaganda política del PRD del DF.
Hasta antes del 3 de septiembre, los activistas del CCH Azcapo hacían movilizaciones muy concretas: problemas con la directora, exigencia para detener los cobros ilegales, y, sobre todo, el encono porque la dirección borró unos murales de los estudiantes.
Durante todo el conflicto, que ya se extendía por casi un año, estos grupos habían amedrentado a los activistas, aunque no había demanda alguna contra el porrismo en el CCH, cuentan los estudiantes.
La historia del porrismo en el CCH Azcapotzalco es bien diferente a la del resto de la UNAM. Un viejo líder porril explica: en Naucalpan y Vallejo había líderes fuertes, y son grupos únicos: en Vallejo todos son 3 de marzo, aunque trabajen para diferentes personas. En Naucalpan, igual. Pero “Azcapo siempre ha sido un desmadre”, resume. “Son como ocho grupos y no se alinean con las federaciones. Se creen demasiado fuertes y sólo responden a sí mismos”.
Un profesor enumera: Es el GAP, el grupo Alejo Peralta, en memoria, por cierto, a un profesor que la Liga 23 de septiembre mató en los setenta. Ese grupo se encuentra desde los años noventa. Pero también están los Vándalos y el grupo 31.
Un dato necesario: para 2010, algunos de los grupos de Azcapo jalaban con un hombre de apellido Antuniano, quien trabajaba para Victor Hubo Lobo, en aquel entonces jefe delegacional de Azcapotzalco. Pero Antuniano y Lobo rompieron. Luego, los porros del CCH Azcapo también fueron vistos trabajando con Ricardo Monreal cuando este fue jefe delegacional en Cuauhtémoc. ¿Pero qué interés puede tener Monreal en desestabilizar la UNAM en estos momentos?, se pregunta el exlíder porril.
¿A quién le beneficia y a quién le pega el ataque del 3 de septiembre?
Porros, activistas retirados, profesores, coinciden que el principal golpe fue para el actual rector de la UNAM. No porque el ataque haya sido particularmente violento (en las escuelas de la periferia, acuchillados y golpeados son moneda corriente), sino porque fue justo debajo de la Rectoría y en pleno corazón de Ciudad Universitaria.
Pero, más allá de lo obvio, nadie está seguro si el ataque tenía realmente la intención de desestabilizar a la UNAM.
El profesor de Vallejo (los profesores de los planteles conocen a grandes rasgos los tejemanejes al interior de los cinco CCH) piensa que tiene que ver con las pugnas al interior del CCH Azcapo.
–Muchos creemos que es un tema al interior de los CCH, de la dirección de los cinco CCH. Pero se les salió de las manos. Y ahora, toda la UNAM se calentó.
–¿Quién mandó a los porros ese 3 de septiembre?– se pregunta al exlíder porril.
–No lo sé. Esto le pega al rector. Le pega a Grauer.
–¿Quién le quiere pegar a Grauer?
–Pues dentro de los propios grupos de la UNAM: los que siguen siendo priistas y los que se acercan a (Andrés Manuel López) Obrador. Pero no siento que haya sido planeado, ¿sabes? Siento que no midieron y se les salió de control. Luego, pues ya hay grupos que están capitalizando.
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“Este trabajo forma parte del proyecto Pie de Página, realizado por la Red de Periodistas de a Pie. Conoce más del proyecto aquí: https://piedepagina.mx«.
Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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