Un acercamiento a la obra del pintor neoyorquino Alex Katz (1927), a través de un compendio de pinturas exhibidas en el Museo Guggenheim.
Twitter: @Evolet Aceves
El Museo Guggenheim está localizado sobre 5th Avenue, frente a Central Park, en el corazón de Manhattan. Bajo un frío ya invernal, observo las imponentes y ondulantes dimensiones de dicha edificación blanca, construida entre 1956 y 1959 por el arquitecto nacido en Arizona, Frank Lloyd Wright, uno de los principales precursores de la arquitectura orgánica.
Al entrar, noto el diseño peculiar del Museo: las obras de Alex Katz se encuentran exhibidas a lo largo de los pasillos circulares. La arquitectura interior es circular y el visitante tiene una vista panorámica del museo desde el momento en el que se encuentra adentro.
Alex Katz es un artista plástico neoyorquino de 95 años, nacido en Brooklyn. A lo largo de este compendio de pinturas, bocetos al óleo, collages, dibujos, grabados y trabajos recortados, se muestra a los protagonistas de la vida artística de la segunda mitad del siglo XX a través de una perspectiva fílmica, de revista, con atuendos propios de la década de los 60 y 70, principalmente.
Los retratos de Katz representan la vida neoyorquina de directores de cine, críticos de arte, escritores, actrices, actores, y todo aquel inmerso en las artes; personas íntimamente relacionadas con la cultura, y Katz resalta su apariencia, su forma de vestir, los ambientes en donde este círculo interactuaba, y lo retrata al fondo, a manera de escenografías. En sus primeros años retrataba personas, igualmente de Nueva York, utilizando el metro de la ciudad.
Su obra es arte pop, me recuerda a los retratos de David Hockney. Las expresiones de los personajes retratados expresan seriedad en su mayoría, y la paleta de colores que utiliza es de colores básicos, resalta su trabajo al no profundizar en los pliegues o arrugas de la ropa o de la piel, un detalle común en el arte pop. La sombra, la luz dura, son apenas perceptibles y en ocasiones inexistentes. Predominan los colores básicos sin preocuparse por la profundidad, y ahí radica la belleza de la obra de Alex Katz.
Los contrastes aparecen con los colores básicos utilizados a veces de fondo, como en Sharon and Vivien (2009), óleo donde se muestra a dos mujeres, ambas con labios pintados de diferente rojo, una con cabello largo y otra con cabello corto y peinado con gel hacia atrás, quien también porta lentes oscuros que abarcan un espacio considerable de su rostro.
O bien, en The Red Smile (1963), un óleo sobre lino basado en la sonrisa de una mujer con sus labios pintados de rojo, la mujer sonriente de cabello castaño tiene una diadema azul marino en la cabeza y un abrigo blanco, está volteada de perfil y al fondo sólo se observa un rojo potente, haciendo alusión a lo cautivante que resultan los labios rojos en esta mujer que hacen al pintor abstraerse del mundo exterior para centrar su atención exclusivamente en los labios rojos.
Pero también el contraste se hace presente, por ejemplo, en el vestido de una mujer que amenamente platica en una reunión con otros artistas en un alto edificio de Manhattan, The Cocktail Party (1965), óleo para el cual invitó a su departamento a sus amigos, inmersos en las artes y la crítica. Katz, a lo largo de aquella reunión, estuvo boceteando en su libreta y como resultado obtuvo esta magnífica obra en la que se ven a más de diez individuos platicando en grupos de dos o tres personas; los hombres van ataviados de traje, camisa y corbata, las mujeres con elegantes vestidos de colores brillantes, la mayoría sosteniendo vasos de cristal con lo que pareciera ser whisky en su interior, algunos de ellos fumando; al fondo de la tertulia, la oscuridad de la ciudad interrumpida por las ventanas iluminadas de otros edificios vecinos.
Para el óleo The Black Dress (1960), su esposa Ada modeló participando al elegir las poses empleadas. Ada, fascinada por los gestos corporales cinematográficos, decidió posar para Katz en seis diferentes formas, todas elegidas por ella, en las que pareciera haber una interacción social de un mismo individuo. Ada está ataviada con un vestido negro de cocktail, una pieza urbana sofisticada y esencial. Esta obra fue hecha por Katz también a manera de desafío al cubismo, en donde, en vez de representar desde un mismo sitio los diferentes ángulos del modelo, representó a la misma modelo multiplicada en diferentes ángulos.
Llama la atención la obra recortada y pintada por ambos lados, sostenida por una línea metálica, obra a la medida de una persona media, en la que se nota igualmente charlando a dos personas, con traje y vestido de los 60’s, en el que la mujer de un lado da la espalda y del otro aparece de frente; el hombre de un lado muestra un perfil, y al reverso el otro lado del perfil. El fondo es el fondo en el que se encuentran situadas, una especie de convivencia social a las que tanto aludía Alex Katz en sus pinturas. Una especie de juego e interacción con la realidad a través de esta obra que parece también una ilustración recortada de alguna revista.
La obra de Alex Katz resalta la apariencia cinematográfica, de revista pop, de los habitantes de Manhattan, interpretados desde la colorimetría básica con un excelente manejo de texturas y elementos accesorios que dan vida a sus personajes.
Évolet Aceves
Twitter: @EvoletAceves
Instagram: @evolet.aceves
Évolet Aceves escribe poesía, cuento, novela, ensayo, crónica y entrevistas a personajes del mundo cultural. Además de escritora, es psicóloga, periodista cultural y fotógrafa. Estudió en México y Polonia. Autora de Tapizado corazón de orquídeas negras (Tusquets, 2023), forma parte de la antología Monstrua (UNAM, 2022). Desde 2022 escribe su columna Jardín de Espejos en Pie de Página. Ha colaborado en revistas, semanarios y suplementos culturales, como: Pie de Página, Nexos, Replicante, La Lengua de Sor Juana, Praxis, El Cultural (La Razón), Este País, entre otros. Fue galardonada en el Certamen de ensayo Jesús Reyes Heroles (Universidad Veracruzana y Revista Praxis, 2021). Ha realizado dos exposiciones fotográficas individuales. Trabajó en Capgemini, Amazon y Microsoft. Actualmente estudia un posgrado en la Universidad de Nuevo México (Albuquerque, Estados Unidos), donde radica. Esteta y transfeminista.
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