Ni en la época de Donald Trump hubo tantos vuelos de deportaciones como con Joe Biden. Sin embargo, para cuestionar la conducta racista del gobierno de Estados Unidos, hay que empezar por repensar nuestra forma de tratar a las personas migrantes de todas las naciones que entran por México. Migrar es un derecho, salir del país por violencia es una necesidad

Twitter: @kausirenio

En la primera semana de noviembre, Thomas Cartwright publicó un estudio sobre vuelos de expulsión de migrantes indocumentados a sus países. De acuerdo con el experto en vuelos aéreos dirigidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por su siglas en inglés, en los últimos 12 meses de la presidencia de Joe Biden se realizaron alrededor de 7 mil 810 vuelos de ICE Air, frente a los 4 mil 845 de 2020, esta cifra representa el 61 por ciento.

En noviembre de 2021, la organización comunitaria Yakima Immigrant Response Network (YIRN) advirtió que la administración de Biden triplicó la detención de migrantes indocumentados. La advertencia surgió luego que el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington presentó el informe en el que documentó la detención y deportación de los migrantes indocumentados en ese país.

El Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington da a conocer en su informe el incremento de vuelos que salen de Yakima a Tacoma y a otros centros de detención. El vuelo número 112 de ICE el 7 de mayo de 2019 fue el primero la organización presenció como vuelos de deportación en la ciudad de Tacoma.

Por su parte, La Resistencia, una organización liderada por indocumentados voluntarios que fueron detenidos o están proceso de deportación, ha documentado la detención ilegal de migrantes indocumentados y llevados al Centro de Detención NWDC. En su informe señalan que se han triplicado los vuelos de deportaciones que salen del valle de Yakima hacia el centro de detención de Tacoma, Washington. “Ni en la época de Donald Trump hubo tantos vuelos de deportaciones”.

Experto en análisis de deportación del ICE, Thomas Cartwright es egresado de Universidad de Illinois. Desde que se jubiló empezó a trabajar en la gestión, planificación estratégica, análisis y gestión financiera. Durante cuatro años después de su jubilación, Tom ha dedicado su tiempo a la defensa de los refugiados del mundo sobre terreno y en Washington D. C. Su trabajo incluye voluntariado práctico en el campos de refugiados de Gracia y en la Frontera con México. 

YIRN, una organización de derechos humanos de los migrantes indocumentados, documentó en junio de 2021, de cómo 262 personas fueron trasladadas en avión desde Texas a Yakima, Washington: “Tres vuelos por separados llegaron desde Texas al aeropuerto de Yakima, Washington”. 

La Resistencia en su documento señaló que las detenciones incrementaron este año comparado. “Cuando empezaron las detenciones había menos de 200 personas, pero en una semana se triplicó. No lo dice La Resistencia, sino que lo afirma el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington. Ellos trabajaron más de años en la comparación de datos. Biden está deteniendo a más personas, su administración es peor que la de Donald Trump”.  

El director del Departamento de Salud del Condado de Tacoma Pierce (TCPHD por sus siglas en inglés), Anthony Chen, actualizó el número de detenidos a la Comisión de Asuntos de Inmigrantes y Refugiados de Tacoma (CIRA), que llegan al Centro de Detención de Tacoma de 50 a 100 vuelos con personas migrantes en procesos de deportación.  

Luego entonces, la política migratoria de México en el exterior no está clara, si somos un país de brazos abiertos hacia los venezolanos. Hasta ahora, el gobierno mexicano utiliza todos los medios para detener y expulsar a los migrantes que llegan por el Sur y Norte de México, mientras en Estados Unidos la administración de Biden hace lo mismo con los mexicanos. 

En este contexto los migrantes indígenas de los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas están en estado de indefensión porque los gobierno locales no cuentan con políticas dirigidas a los hablantes de alguna lengua materna o en su caso una defensoría con interpretes y traductores de idioma indígena. 

En las ultimas semanas en México, el gobierno federal y de la Ciudad de México quedaron rebasados por la falta de estrategia con enfoque de derechos humanos  para auxiliar a los migrantes venezolanos que están en tránsito en nuestro país. Los que salieron al quite son organizaciones religiosas y comunidades solidarias. 

Para cuestionar la conducta racista del gobierno de Estados Unidos, hay que empezar por repensar nuestra forma de tratar a los migrantes de todas las naciones que entran por México. Porque migrar es un derecho, salir del país por violencia es una necesidad.