4 noviembre, 2022
En un mensaje durante la presentación del informe sobre la brecha de adaptación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), publicado el jueves 3 en un acto en su sede en Nairobi, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que «el mundo no está protegiendo a las personas de los impactos actuales de la crisis climática»
Por: Thalif Deen / IPS
La cumbre del clima que se abre el domingo 6 en Egipto se celebra en medio de una cascada de trastornos políticos, económicos y ambientales, entre estos últimos el incumplimiento de los objetivos de financiación y de emisiones, el aumento de la contaminación y la devastación climática.
Se suman el aumento de la inflación mundial, los recortes en la ayuda occidental al desarrollo, las secuelas negativas de la pandemia de covid-19 y los impactos crecientes de la invasión rusa a Ucrania.
La 27 Conferencia de las Partes (COP27) sobre cambio climática se anuncia como una de las mayores reuniones anuales sobre acción climática, esta vez en la ciudad costera egipcia de Sharm el Sheij y que prolongará hasta el día 18.
El Centro de Investigación Constitucional de la ONU (CUNCR), con sede en Bruselas, predice que la COP27 «probablemente se enfrentará a las mismas promesas vacías y a la ausencia de acciones por parte de la mayoría de los grandes países responsables del cambio climático».
En un mensaje durante la presentación del informe sobre la brecha de adaptación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), publicado el jueves 3 en un acto en su sede en Nairobi, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que «el mundo no está protegiendo a las personas de los impactos actuales de la crisis climática».
“Los que están en primera línea de la crisis climática están al final de la fila de apoyo. El mundo está muy lejos de detener el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero y de poner en marcha los esfuerzos que se necesitan desesperadamente para planificar, financiar e implementar la adaptación a la luz de los crecientes riesgos», planteó.
También señaló que las necesidades de adaptación en el Sur en desarrollo se dispararán hasta los 340 000 millones de dólares anuales en 2030.
“Sin embargo, el apoyo a la adaptación es hoy menos de una décima parte de esa cantidad. Las personas y comunidades más vulnerables están pagando el precio. Esto es inaceptable», dijo Guterres.
Gadir Lavadenz, coordinador mundial de la Campaña Global para Exigir Justicia Climática (DCJ), dijo a IPS que la COP27 no puede ser otro ejemplo de cómo se usa negativamente el poder.
“Es indignante que las grandes empresas sigan manipulando y dominando este proceso. Los grandes contaminadores tienen un papel que desempeñar, dejar de contaminar y no utilizar la COP del clima para lavar sus acciones. La COP27 debe lanzar un mensaje contundente al mundo de que el sistema multilateral aún puede desempeñar un papel en la crisis climática”, afirmó.
Lavadenz también señaló que el objetivo de 100000 millones de dólares anuales no solo fue eludido sistemáticamente por las naciones del Norte industrial, sino que ha demostrado ser insuficiente para hacer frente a la magnitud de nuestra crisis climática y cada vez hay más pruebas de ello.
“La COP27, a diferencia de su conferencia precedente (en la ciudad escocesa de Glasgow en noviembre de 2021), debería alejarse de falsas soluciones como la geoingeniería, las compensaciones de carbono, las soluciones basadas en la naturaleza y otras, y centrarse en cambio en los asuntos que tienen el potencial de impactar en los países y grupos más vulnerables”, pidió el activista climático.
Destacó que las finanzas no tienen que ver con los fríos números, sino con las vidas que están en riesgo en este mismo momento y que no tienen medios para hacer frente a un problema causado por la cultura consumista de una pequeña porción privilegiada de este mundo.
“La COP27 no puede ser recordada como una reunión más, sino como un momento para mostrar el progreso y la esperanza a través de soluciones reales», dijo Lavadenz, que es el coordinador de una red mundial de más de 200 redes y organizaciones de base, regionales y globales que abogan por la justicia climática.
En relación con un nuevo informe de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), organizadora de la COP27, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo el 26 de octubre que “los países están doblando la curva de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero hacia abajo”
Pero añadió que el informe subraya que estos esfuerzos siguen siendo insuficientes para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius para finales de siglo.
El documento de la CMNUCC para la COP27 muestra que los compromisos actuales aumentarán las emisiones de los gases de efecto invernadero en un 10,6 % para 2030, en comparación con los niveles de 2010.
Esto, adujo Dujarric, se considera una mejora con respecto a la evaluación del año pasado, en la que se constató que los países iban a aumentar las emisiones en 13,7 % para 2030, en comparación con los niveles de 2010, «pero sigue sin ser una buena noticia».
Solo 26 de los 193 países que acordaron el año pasado intensificar sus acciones climáticas lo han cumplido, lo que apunta a un futuro marcado por las catástrofes climáticas, según el informe de la ONU.
Meena Raman, investigadora principal de la Red del Tercer Mundo, organización miembro de la Campaña Global para Exigir Justicia Climática (DCJ), dijo con ironía a IPS que el objetivo de los 100 000 millones de dólares “se supone que es de 100 000 millones por año”.
“Este objetivo no se espera que se cumpla y se complica por la forma en que se contabiliza la financiación del clima”, adujo,
Señaló que la definición de lo que es la financiación del clima es en sí misma una cuestión que se debe abordar en la COP27.
Dado que muchos países en desarrollo están endeudados, la investigadora consideró que la concesión de más préstamos a ser devueltos supone un problema muy importante para los países que necesitan la financiación.
Lo que se necesita, según Raman, son más subvenciones para abordar especialmente las necesidades de adaptación y los fondos para hacer frente a las pérdidas y los daños.
A su juicio, es fundamental satisfacer las necesidades de financiación para el clima de los países en desarrollo a través de instrumentos que no generen deuda, incluso mediante la reforma y la reorientación de los derechos especiales de giro, del Fondo Monetario Internacional (FMI), como subvenciones directas para la financiación del clima.
“La COP27 no debe ser otra conferencia perdida. Es el momento de aplicar en términos reales los compromisos adquiridos por los países desarrollados”, setenció Raman.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, declaró que “cuando estuvimos juntos en la COP26, presentamos una declaración, un comunicado, para la eliminación o la reducción del gas metano en 30 % para 2030”.
“Ahora estamos viendo que la mayoría de los países se comprometen a ello, señaló en la antesala de su viaje a Sharm el Sheij.
“Si todo el mundo lo hiciera, esto equivaldría a eliminar todos los vehículos y todos los barcos y todos los aviones que hay actualmente en el mundo en términos de emisiones. Así que podemos tener un impacto real. Podemos hacer lo necesario para mantener el aumento de temperatura de 1,5 grados C”, concluyó.
*Este artículo se publicó originalmente en IPS. Aquí puedes consultar la publicación original.
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