La cultura del antiguo Egipto celebraba la prosperidad y la vida. Tenía un gran respeto por la muerte y esta no se veía como algo malo, al contrario, las personas se preparaban para ir al más allá. Como la nuestra, era una cultura alegre, colorida y musical, que en sus obras transmitían la fiesta de la vida cotidiana.

Texto y fotos: Andrea Sarmiento

CIUDAD DE MÉXICO. – Kemet, el país de las Dos Tierras o “el pueblo de los felices” (actualmente conocido como el antiguo Egipto), es una región oriental de la cual se habla realmente poco. Sin embargo, tiene un importante valor histórico y arqueológico. También una cultura con características únicas, en las cuales podemos encontrar ciertas similitudes con la mexicana.

Tesoros de Egipto es una exposición en el museo Manuel Tolsá, del Palacio de Minería, que nos muestra una pequeña parte de lo que era el antiguo Egipto.

Comienza con una línea del tiempo que relata cómo se fue formando la región desde la época arcaica (6000 a.C.) hasta el periodo romano (30 a.C.), cuando termina la época faraónica (donde los faraones eran los reyes) con la muerte de Cleopatra. También enseñan su división geográfica: Alto Egipto en el sur y el Bajo Egipto en el norte, separados por el importante Río Nilo.

Con diversas pinturas y esculturas vemos representada lo que era su vida cotidiana. Desde almohadas hasta vestimenta, nos muestran la variedad de joyas y accesorios que usaban así como sus herramientas de trabajo.

El arte era fundamental para los ciudadanos de Kemet. En él predominaban los sentimientos alegres; celebraban la vida y buscaban transmitir esta alegría a través de sus obras. La escritura era lo más reconocido. Los escribas eran personas muy respetadas. La exposición muestra los artículos con los que pintaban así como escritos e instrumentos. Todos estos tenían un fin de ocio, pero a su vez, religioso y militar.

Las mujeres

Según lo que nos cuentan, la repartición del trabajo era bastante equitativa. Había tanto sacerdotes como sacerdotisas, las cuales veneraban principalmente a diosas, como Isis y Bastet. En la casa, la figura femenina era muy fuerte y podían mantener un trabajo fuera del hogar; ellas eran las encargadas de la producción de cerveza.

Las mujeres tenían derechos. Podían divorciarse, dedicarse al arte, trabajar y ser amas de casa. Esa ocupación era muy valorada. Además, podían ejercer cargos públicos; en ausencia del rey gobernaba la Gran esposa Real, o si este era muy joven una mujer administraba el país. Eran respetadas socialmente, si bien existía superioridad por parte de los hombres, fue una sociedad bastante equitativa en comparación con otras culturas de la época.

La muerte

La exposición celebra los 200 años de que Jean-François Champollion descifrara la escritura jeroglífica egipcia y los 100 años del descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Entre los principales piezas que se exhiben en la exposición están el busto de la reina Nefertiti y la barca funeraria del faraón Keops.

La cultura del antiguo Egipto celebraba la prosperidad y la vida. Como la prehispánica de Mesoamérica, tenía un gran respeto por la muerte, que no se veía como algo malo, por el contrario, las personas se preparaban para ir al más allá. Como la nuestra, era una cultura alegre, colorida y musical, que en sus obras transmitían la fiesta de la vida cotidiana.

Tesoros de Egipto se encuentra en la calle de Tacuba #7 en el centro de la Ciudad de México y estará disponible de miércoles a domingo de 10:0 a 17:00 horas hasta el día 30 de septiembre. Además, la exposición tiene actividades recreativas los fines de semana; conferencias y cursos los días sábado y talleres infantiles los domingos.