18 octubre, 2022
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro atendió un par de minutos a la abogada Blanca Paredes, quien hizo una huelga de hambre de 72 horas afuera de la Casa Jalisco, en demanda de justicia para la menor de edad abusada sexualmente por un exmagistrado
Texto: Dalia Souza / Zonadocs
Fotos: Zonadocs
JALISCO. – Casa Jalisco fue durante los últimos tres días una trinchera más para luchar contra la violencia vicaria en el estado. De esto se encargaron madres y mujeres defensoras junto a Blanca Paredes. Blanca es abogada, y desde el día viernes 14 de octubre a las 8 de la mañana. decidió iniciar una huelga de hambre. La huelga fue una respuesta ante la inoperancia, corrupción, impunidad y complicidad que las instancias de procuración de justicia mantienen sobre sus casos. La protesta terminó luego de 72 horas.
En este tiempo fueron claras las muestras de solidaridad de colectivas, mujeres, madres también y personas de a pie. Ellas, ante la decisión de Blanca y sus compañeras, decidieron acuerpar con botellas de agua, flores, sueros, alimento, juegos de mesa y hasta algunas lámparas. Ellas llegaron a apoyar ya que durante el primer día de plantón la hostilidad e indiferencia de la autoridad se hizo presente restringiendo la luz de los portales de la Casa Jalisco -como quien no quiere recibir invitados-.
La primera noche transcurrió junto con la suma una a una de las horas que Blanca acumulaba sin probar alimento. Sorprendía la no respuesta, pues el mismo viernes 14 de octubre por la mañana, Enrique Alfaro presidió en este mismo domicilio una reunión oficial para presentar el proyecto “Tus redes de apoyo”. El proyecto tiene como objetivo eliminar la violencia contra las mujeres.
El sábado los medios de comunicación se hicieron presentes. Se sabía ya que Blanca, abogada y doctora en derecho que expuso al exmagistrado José de Jesús “N” de cometer abuso sexual en contra de una menor de edad, había iniciado una huelga de hambre y un plantón a las afueras de Casa Jalisco. Ella estaba en espera de ser recibida por el ejecutivo estatal.
El ahora prófugo era magistrado de la Quinta Sala especializada en materia civil del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco. También era presidente del Comité de ética del mismo Tribunal y fue Jefe del Departamento de Derecho Público de la División de estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara en 2014. Aunque habría sido señalado por hostigar sexualmente a una alumna, el exmagistrado no fue sancionado y, por el contrario.
Para ese momento Blanca había advertido que no se movería del lugar. Lo haría hasta que del domicilio oficial del gobernador saliera él mismo a conversar con ella sobre su situación y la de sus compañeras madres víctimas de violencia vicaria. El caso de la abogada acumula 32 carpetas de investigación, algunas de éstas en su contra producto de acciones de amedrentamiento e intimidación. También mantiene otras en contra de notarios públicos y jueces a quienes ha señalado de ser cómplices de su agresor.
Blanca es además trabajadora del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco. Sin embargo, esto no le ha impedido denunciar lo que sucede hacia dentro con jueces y juezas. Ellas y ellos han actuado de manera omisa, dilatoria, revictimizante o sin perspectiva de género y derechos humanos en su caso y el de sus compañeras. Recientemente, el 4 de octubre, fue una de las mujeres que tomaron pacíficamente el poder judicial de jalisco para exponer sus historias y reclamar justicia. Producto de ello, denunció, recibió amenazas de despido.
Quienes acuerparon a Blanca estos días tienen un nombre e historias no resueltas. Por ella, por ellas y por sus hijas e hijos pasaron también hambre, frío, noches en vela, desesperación y desesperanza. Todo esto frente a la no respuesta del gobernador.
Ellas no son todas, pues por seguridad quienes integran la colectiva Madre Yo Sí Te Creo decidieron mantener en resguardo sus nombres.
A lo largo de estas horas, días, fueron varios los políticos y políticas locales y federales que se acercaron a intentar mediar con Blanca y sus compañeras. Querían intervenir en la decisión de la abogada de permanecer en huelga de hambre y en plantón. Sin embargo, la determinación fue clara: permanecerían hasta ser recibidas por el ejecutivo estatal. No obstante, no dejarían de lado el apoyo ofrecido, reconociendo que de estos servidores públicos no estaban recibiendo ningún favor.
Cecilia Márquez, diputada federal por morena en la LXV Legislatura fue una de ellas.
“Esto no es un ataque político o personal. Es nuestro legítimo esfuerzo para conseguir justicia por la vía del ejecutivo. Estamos hartas de que el poder judicial nos ignore a las mujeres del estado. Estamos hartas de tanta violencia institucional. ¿Qué tan difícil es hablar con mujeres que claman justicia?, ¿cuánto más tiempo nos van a seguir ignorando?” cuestionaron al gobernador a través de un comunicado que decidieron cortar en pequeños pedazos de papel para hacérselos llegar uno a uno por debajo de la puerta de Casa Jalisco.
Si bien, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) asistió el día sábado por la tarde, domingo por la noche y lunes por la mañana al plantón a realizar labores de “documentación”, de ésta, como solicitó Blanca, no recibió un pronunciamiento contundente ante las violaciones a derechos humanos que considera estaban siendo víctimas ella y sus compañeras frente a la omisión del gobernador durante estos días.
Un tuit que se asemeja más a una bitácora de actividades que a un manifiesto contundente este lunes 17 de octubre, fue suficiente para el organismo que debe fungir como defensoría del pueblo.
24, 36, 48, 60, 72 horas, así transcurrió el tiempo hasta que el lunes a las 8:00 a.m. se abrieron las puertas de Casa Jalisco. Se le solicitó a Blanca entrar, esa no era una opción para ella y sus compañeras, así que sucedió lo que ellas esperaban: Pidieron y lograron. Sentado en un banco de plástico (como Blanca y sus compañeras lo hicieron por días enteros) Enrique Alfaro intentó escuchar.
Este tiempo lo ocupó, entre otras cosas, a refutarles que “éstas” no eran “las formas”. Dijo que no venía a pelear y que como representante del Ejecutivo no tenía poder de actuación en el Supremo Tribunal.
Lo cierto es que estas mujeres valientes no se fueron con las manos vacías. Se asignó a Enrique Ibarra, Secretario General de Gobierno a dar el seguimiento al caso de Blanca y los de sus compañeras.
“No me esperaba que saliera” aseguró Blanca Paredes. Sin embargo, añade,
“No deje que se fuera sin que me diera su palabra. Una palabra que no tenía que haberle pedido, porque es su obligación”.
Luego del acto de presencia, el gobernador se puso de pie y se fue. Ellas aseguraron que permanecerán vigilantes de que él cumpla pues le recordaron que su lucha “no comenzó ayer y no termina hoy”.
Los carteles y las denuncias con sus números de expedientes, así como con los señalamientos a funcionarios públicos, jueces y juezas que no han actuado conforme a derecho permanecerán pegados al frente y a los alrededores de Casa Jalisco. Esa fue la última petición que hicieron las defensoras.
Para estas mujeres y madres es sumamente relevante que el gobernador instruya a quien tenga que instruir dentro de las dependencias obligadas para que den seguimiento puntual y diligente a sus expedientes. Han solicitado especial atención a las investigaciones que se llevan dentro de Ciudad Niñez. Ahí, al menos contabilizan 10 casos (pertenecientes a integrantes de sus colectivas) donde el delito que se denuncia es Abuso Sexual Infantil y sustracción en contra de sus hijas e hijos por parte de sus agresores.
Blanca Paredes y sus compañeras recibieron acompañamiento vía la red de Centros de Justicia para las Mujeres durante las 72 horas de plantón y huelga de hambre. También, a través de la División Especializada en la Atención a las Violencias contra las Mujeres (DEAVIM), fueron trasladadas al hospital esta mañana de lunes para recibir atención médica. Todas se encuentran estables en sus signos vitales y fuera de peligro, según informaron.
Aunado a ello recibirán medidas de protección o, en su defecto, les serán reactivadas. Además contarán con pulsos de vida para intentar resguardarlas de sus agresores y de quienes quieran cometer represalias en su contra tras este acto de protesta.
¿Que si estas son “las formas” de hacerlo? No. No porque es un hecho que nadie tendría que pasar tres días o lo que es lo mismo a 72 horas sin probar alimento para recibir la atención de un gobernante. Pero frente a escenarios de violencia e indiferencia institucional extrema, extrema también es la respuesta. Respuesta de quienes han clamado justicia por uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez u once años. Mismo tiempo en el que han permanecido lejos de sus hijas, e hijos.
*Esta nota fue realizada por ZONADOCS, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de A Pie. Aquí puedes leer la original.
Periodista y apasionada de la radio. Productora de los programas Rumbo Al Norte, especializado en migración, y Hasta Encontrarlos, enfocado en desapariciones; ambos transmitidos por Radio Universidad de Guadalajara, en sus estaciones regionales de Ocotlán y Lagos de Moreno, respectivamente.
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