El tráiler con 159 personas migrantes provenientes principalmente de Guatemala volcó en una curva; 55 personas murieron y 104 sobrevivieron, aunque tienen diversas heridas, algunas de gravedad. La política migratoria militarizada por parte del gobierno mexicano obliga a las personas migrantes a tomar rutas peligrosas, denuncian organizaciones
Texto: Ángeles Mariscal / Chiapas Paralelo
Fotos: Cuartoscuro
Actualización: 10 de diciembre
CHIAPAS.- Gerónimo Chicof Zavala canta en su lengua materna una canción triste, mientras enseña a su esposa, a través de una videollamada telefónica, sus heridas y la de sus compañeros de viaje. Llora, igual que Elvis Quino, de 16 años, monolingüe. A su lado, Vanesa Ambrosio Juárez, de 15 años, dice que va a volver a intentar emprender de nuevo la travesía, porque en su tierra no tiene un futuro. Los tres son sobrevivientes del accidente en el que murieron 55 migrantes, los tres son campesinos originarios de El Quiché, la zona más pobre de Guatemala.
El reporte oficial de la Secretaría de Protección Civil del gobierno de Chiapas indica que en el viejo tráiler de placas 444-DW-4 iban hacinadas 159 personas migrantes, el 94 por ciento de ellas originarias de Guatemala. Sólo tres eran de República Dominicana, una de Honduras y una de Ecuador.
En entrevistas, los sobrevivientes explicaron que la mayoría son del Departamento Quiché, donde siete de cada diez pobladores viven en pobreza o en pobreza extrema, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) de ese país.
La historia de pobreza y hambre es el común denominador de quienes migran arriesgando su vida, para intentar cambiar su situación. Martín Méndez Salvador dice que desde que recuerda ha pasado hambre. Por eso ahora que tiene dos hijos, Josep Martín de tres años y Manuel Alejandro de un año, decidió vender sus pocas pertenencias para intentar llegar a Estados Unidos, y buscar trabajo; no quiere que sus crías sufran lo que él sufrió.
Pero su viaje terminó en tragedia, cuando el tráiler en el que iban tomó mal una curva. La caja de carga donde iban parados, solo sujetos de unas barras metálicas, se desprendió de la base y se impactó contra unos pilares de cemento de un puente, el vehículo volcó.
Martín, entrevistado en el hospital, dice que sintió un golpe fuerte, que se desmayó, y despertó en el hospital. De las 159 personas que iban en el vehículo, 49 murieron por el impacto de cuerpos y fierros retorcidos, seis más fallecieron en el hospital; 104 sobrevivieron, aunque tienen diversas heridas, algunas de gravedad.
Resalta en esta tragedia que 19 son menores de edad, adolescentes que ven en la migración una vía para mejorar su futuro. “Yo vengo por un sueño, allá en Guatemala están bien duras las cosas y mi papá está enfermo”, explica Vanesa.
El accidente se registró a la altura del Puente Belisario Domínguez y Ribera Cahuaré, en la zona conurbada que comunica la capital con el municipio Chiapa de Corzo.
Según el secretario de Protección Civil, Luis Manuel García Moreno, el chofer iba a exceso de velocidad. Al llegar a la curva perdió el control, lo que provocó que la caja del vehículo se desprendiera e impactara contra los pilares de cemento del puente.
Para entrar a México a través de Chiapas hay tres rutas principales. Una es la de la zona costa, donde se cruza por el río Suchiate y se llega como primer punto a la ciudad de Tapachula. En este lugar, ahora mismo en encuentran miles de migrantes imposibilitados de salir, cercados por retenes del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional (GN).
La segunda ruta es por la zona selva que los lleva a la ciudad de Palenque, donde el pasado 9 de noviembre una docena de migrantes fallecieron calcinados en el interior de dos vehículos en los que eran transportados. El nerviosismo de los conductores al pasar cerca del reten del INM en la zona de Playas de Catazajá los hizo chocar; explotaron los tanques de gasolina.
La tercera ruta es la más peligrosa. Pasa por la zona de sierra y montañas colindante con El Petén guatemalteco, región controlada por grupos de la delincuencia organizada, quienes en los meses recientes tienen el dominio absoluto de los caminos, establecen toques de queda y pagos por el tránsito. Ningún migrante pasa desapercibido, todos deben pagar y acordar su ruta con algún traficante.
Es por esta ruta que pasaron los migrantes del Quiché. Uno de los migrantes que pidió el anonimato dice que pasando la frontera “el coyote” subió a un grupo de unas 12 personas en unidades de transporte colectivo; llegaron al municipio de Comitán, cambiaron de vehículo a un camión más grande y llegaron a San Cristóbal de Las Casas. Ahí, relata, los metieron a una bodega donde esperaron que se juntara un grupo más grande. Cada “coyote” fue llevando a su grupo, hasta que alrededor de las dos de la tarde subieron a todos al camión de carga tipo tráiler.
En San Cristóbal de Las Casas y los municipios vecinos como San Juan Chamula y Teopisca, el tráfico de personas creció en años recientes. Casi cualquier habitante puede indicar donde hay “casas de seguridad” o bodegas donde los esconden hasta subirlos a transporte para ser trasladados.
De la frontera con el Petén al lugar donde ocurrió el accidente, hay al menos cuatro retenes de inspección policiaca-militar. El primero es el Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo, ubicado tres kilómetros antes de la entrada al municipio de Comitán; otro a seis kilómetros de la salida de ese municipio; en este retén hay agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional; inspeccionan todos los vehículos de carga y pasajeros que pasan por el lugar.
Un retén más está en el kilómetro 43 de la carretera Tuxtla-San Cristóbal de Las Casas; y otro a sólo cuatro kilómetros antes del lugar del accidente. Por todos estos lugares pasaron los migrantes; en los dos últimos ya a bordo del tráiler.
El Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano denunció que la política de contención migratoria del gobierno mexicano ha obligado a las personas migrantes a tomar rutas más peligrosas y controladas por traficantes de personas. También han denunciado la complicidad de autoridades de diferentes instituciones en este tráfico.
“La política migratoria militarizada, represiva y violenta, obliga a las personas migrantes que se desplazan por el sur de México a tomar opciones y rutas cada vez más peligrosas, que ponen en riesgo su vida e integridad. Los terribles hechos de este accidente son resultado directo de esas políticas del Estado que no garantizan los derechos fundamentales de las personas migrantes”, señalaron en un comunicado.
Apenas el pasado 9 de noviembre, 12 migrantes fallecieron calcinados en el interior de dos camionetas de transporte colectivo; hacían la ruta de Palenque-Playas de Catazajá, también en Chiapas. Otros tres de nacionalidad hondureña resultaron heridos.
El accidente de este jueves es el más grave que se ha registrado hasta el momento en donde las víctimas son personas migrantes.
En su cuenta de Twitter el INM señaló que “lamenta el fallecimiento de personas migrantes en el trágico accidente ocurrido en Chiapas”. Aseguró que se coordina con autoridades nacionales, estatales y municipales, para brindar asistencia consular, identificar los cuerpos, cubrir gastos funerarios y facilitar la repatriación de los restos a sus países. Además, se dará atención humanitaria a los sobrevivientes, alojamiento, alimentación y en caso de que acepten, Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias. También ofreció coadyuvar en la investigación.
También en Twitter, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró: “Lamento profundamente la tragedia ocasionada por la volcadura de un tráiler en Chiapas que transportaba migrantes centroamericanos. Es muy doloroso. Abrazo a los familiares de las víctimas”.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei también lamentó “profundamente la tragedia ” y ofreció a las familias “toda la asistencia consular necesaria incluyendo las repatriaciones”.
*Esta nota fue realizada por CHIAPAS PARALELO. Aquí puedes leer la original.
Periodista independiente, fundadora del portal Chiapas Paralelo[www.chiapasparalelo.com] y colaboradora de CNN México y El Financiero. Tener en nuestro lugar de origen las condiciones para forjarnos una vida digna es un derecho, y migrar cuando esto no sucede, también lo es. Desde esta perspectiva cubro el tema migratorio.
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