El incendio forestal comenzó el 16 de marzo en el ejido Joya de manantiales, de acuerdo a los pobladores. Ellos también refieren que las autoridades local, estatal y federal dejaron avanzar el fuego hasta que el 24 de marzo no hubo forma de controlarlo

Texto y fotos: Redacción Elefante Blanco 

TAMAULIPAS.- En el Día de la Tierra, el incendio en el ejido Cielo se consumió totalmente gracias a la lluvia y al esfuerzo de 391 personas que trabajaron durante 36 días, reportó la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

La lluvia que cayó en la reserva de la biósfera en la noche del lunes, ayudó a apagar el fuego que ya tenían controlado los pobladores y funcionarios desde inicio de esta semana.

El incendio forestal comenzó el 16 de marzo en el ejido Joya de manantiales, de acuerdo a los pobladores. Ellos también refieren que las autoridades local, estatal y federal dejaron avanzar el fuego hasta que el 24 de marzo no hubo forma de controlarlo.

Para el viernes 25 de marzo, la subdirección regional de Protección Civil estatal aseguró que el incendio estaba controlado en 90 por ciento. Mientras esta información se difundió en la entidad, en la cabecera municipal de Gómez Farías los turistas celebraron la llegada de la primavera con eventos y en los ejidos el fuego se abría paso.

El combate al fuego se complicó por la forma del terreno de la reserva natural”. En la última semana de marzo y primera de abril, el incendio se expandió hasta poblados de Jaumave y Ocampo. Ante la complicación el gobierno federal envió 3 helicópteros y personal de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Pobladores no coinciden con autoridades

El incendio del “Cielo” también provocó una confrontación entre pobladores y autoridades, debido a que las y los habitantes de la reserva consideran que la información oficial del daño medioambiental es falsa y con omisiones graves.

A partir de la primera semana de abril, combatientes del siniestro denunciaron las muertes de aves, insectos y fauna pequeña. Asimismo, señalaron que un equipo de veterinarios que viajó de Reynosa a Gómez Farías no fue aceptado para montar un campamento de atención a la fauna.

El combatiente Felipe Villeda Rodríguez detalló que la cuadrilla de los habitantes de los ejidos Altacimas, la Gloria y San José salvó a un oso, intentó salvar a un jaguarundi y recolectó a aves muertas a causa del incendio.

Hacemos lo que podemos porque realmente en ocasiones nos ha tocado ayudar a los animales que podemos ayudar, mas sin embargo nos ha tocado casos bastante lamentables. Por ejemplo, un caso que tuvimos la semana pasada fue con un oso, él al salir corriendo le ayudamos con una brecha para que pudiese salir y con otra brecha para que no lo fuera siguiendo (el fuego).”, contó Villeda.

Al día siguiente el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y la procuradora Ambiental y Urbana de Tamaulipas, Bibiana Castillo Torres, desmintieron a los pobladores que revelaron el fallecimiento de animales.

Sobre el tamaño y el tipo de afectación ambiental, los pobladores sostuvieron que el informe final de 6 mil 500 hectáreas dañadas es muy menor a la realidad estimada en 11 mil  hectáreas quemadas. La Conafor y el gobierno de Tamaulipas han insistido en que fue un incendio bajo. Pero ambientalistas advierten que al quemarse la parte baja también se daña el tronco de los árboles y se afecta el desarrollo del bosque.

Conafor celebró el final del incendio con un mensaje a través de su cuenta de Twitter, que acompañó de fotografías donde personal corta árboles quemados. El gobierno de Tamaulipas no ha informado si ya dio con los posibles responsables del inicio del fuego, tema que el gobernador Cabeza de Vaca puso en la mesa cuando acudió a visitar la reserva ambiental.

Este trabajo fue publicado originalmente en Elefante Blanco, que forma parte de la  Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar el original.