La controvertida ley de cinematografía iba a ser aprobada esta semana en el Senado, pero el rechazo de cineastas independientes y de los propios integrantes del gabinete federal la detuvo. El Senador Ricardo Monreal anunció que será discutida en septiembre en el parlamento abierto

Texto: Daniela Pastrana

Fotos: Mario Jasso / Cuartoscuro

Actualización 26 de abril de 2021

CIUDAD DE MÉXICO.- La iniciativa de reforma a la Ley de Cinematografía y Audiovisual se topó con una inesperada movilización en contra y el intento de que fuera aprobada esta misma semana no pasó.

La propuesta presentada en febrero por el líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, fue presentada este lunes en las comisiones unidas de Radio, Televisión y Cinematografía, y de Estudios Legislativos -que presiden Cruz Pérez y Ana Lilia Rivera- con la idea de llevarla al pleno.

Sin embargo, el rechazo de cineastas y del propio gabinete obligó a los legisladores a rectificar, y el propio Monreal anunció un receso en la dictaminación de su propuesta, que será llevada en septiembre a un parlamento abierto.

“Lo que quiero es dar un mayor tiempo para la reflexión, no hay que cansarse de hablar y de dialogar… lo que quiero es que la iniciativa salga lo mejor posible”, dijo el Senador.

Según Monreal y otros senadores que la impulsan, la Ley Federal de Cinematografía y el Audiovisual, que abrogará la actual Ley Federal de Cinematografía, buscará sentar las bases hacia una mayor competencia en el mercado y una oferta más plural. Entre los puntos más polémicos, plantea una reserva del 10 por ciento del tiempo total de exhibición para la proyección de películas nacionales y asigna también un porcentaje de doblaje.

Pero la propuesta ha sido rechazada por cineastas independientes -en marzo, 12 compañías de cine alternativo firmaron un posicionamiento en contra de la iniciativa-. Y también tiene objeciones de, al menos, tres secretarías de estado: Gobernación, Economía y Cultura. Se prevé que esta semana también haya una opinión en contra de Hacienda. 

“La iniciativa contiene disposiciones que alteran el equilibrio de la industria cinematográfica”, dice una ficha técnica de la Secretaría de Cultura, cuyas observaciones, como las de las otras dependencias, fueron ignoradas por el Senado.

¿Cuáles son los motivos que han enfrentado a los legisladores del partido en el gobierno con los funcionarios del gabinete y los cineastas independientes?

Aquí presentamos una lista con los principales argumentos en contra:

1. La propuesta elimina el carácter cultural de la ley y deja al mercado la operación de la política pública. 

2. Los exhibidores adquieren la potestad de decidir sobre las cuotas de pantalla del cine mexicano, y sobre el derecho de las audiencias, al tener un margen muy amplio de maniobra sobre el doblaje y la decisión sobre la exhibición de cine mexicano en horario estelar. 

3. No reconoce el programa de subsidios al fomento al cine mexicano del Instituto Mexicano del Cine (Imcine) que se creó después de la desaparición de los fideicomisos.

4. La iniciativa debilita a las instituciones gubernamentales que atienden al cine mexicano, dándoles un papel de vigilancia y medición de audiencias. 

5. Fija bases mínimas para que el Estado mexicano proteja y conserve el Patrimonio Cultural Cinematográfico nacional, pero lo acota de manera genérica, lo cual la hace regresiva. 

6. No permite crear mecanismos de colaboración y cofinanciamiento o coproducción con empresas que no sean nacionales. En la ley actual se habla de una sociedad mayoritaria mexicana; la propuesta nulifica esta posibilidad. 

7. Se da formalidad a las malas prácticas que se escudan en una supuesta preferencia de las audiencias para la exhibición de ciertas obras cinematográficas que solo aportan un buen ingreso en taquilla, en detrimento de obras -nacionales o extranjeras- de gran calidad. 

8. Se violan diversos tratados económicos internacionales en materia de comercio de servicios e inversión. Uno de ellos habla del trato no discriminatorio hacia los inversionistas extranjeros. 

9. La ley favorecería a un solo sector. El porcentaje de exhibición de productores nacionales en plataformas digitales, al que obliga esta propuesta, favorece en principio a empresas que a estas alturas concentran la producción nacional y que están relacionadas con sistemas de radiodifusión. 

10. Poner en la sala, por ley, títulos mexicanos, no garantiza que el público entre a verlos. En lugar de ver por una cuota para el cine mexicano, deberían inyectarle dinero para su producción.

11. Con los distribuidores independientes no ha habido un acercamiento por parte de los funcionarios públicos. Una ley tan importante como ésta debe ser redactada con tiempo y discutida con todos los actores involucrados en el sector para asegurar su funcionamiento en beneficio de todos y que refleje un verdadero consenso.