Ganar por ganar

14 marzo, 2021

Movidos por su ambición, los partidos apuestan por la alternancia en los más de 3 mil 500 cargos que habrán de disputarse el 6 de junio. Parece no importarles si, después, serán capaces de construir alternativas de gobierno

Twitter: @chamanesco

Contra el clamor de miles de mujeres, Félix Salgado Macedonio es el candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero.

Una comisión partidista que lleva el pomposo nombre de “comisión nacional de honestidad y justicia” pospuso, pero no evitó, lo que para muchas mujeres, morenistas y no, es un agravio: que un hombre acusado de violación sea llevado por el lopezobradorismo a un palacio de gobierno. 

Morena, el partido que cada 8 de marzo asegura que la cuarta transformación “será feminista o no será”, decidió desestimar las denuncias que varias mujeres interpusieron en contra del hoy candidato por violación y abuso, delitos por los que fue investigado pero no sentenciado.

Salgado Macedonio será candidato, argumenta el partido dirigido por Mario Delgado, porque se dejó la decisión “en manos del pueblo de Guerrero” y porque en una segunda encuesta resultó ser “el mejor posicionado”.

Es decir, a Morena le importa más quién puede ganar una elección, que el perfil de esa persona como probable gobernante.

Importa quién asegura más votos, no quién garantiza un mejor gobierno.

Con ese pragmatismo, Salgado Macedonio arrancó campaña asegurando que ha sido objeto de la mayor campaña de linchamiento mediático que se haya visto –pobrecito, pasó de victimario a víctima en unos cuantos días.

Será, sin duda alguna, el más impresentable de los candidatos del proceso electoral en curso, pero no el único.

Y es que, en la estrategia de postular a quien pueda ganar, sin importar si puede gobernar, Morena no está solo.

Ahí está el Partido Verde, postulando a la gubernatura de San Luis Potosí a Ricardo Gallardo Cardona, alias El Pollo, el controvertido líder de un grupo llamado “La Gallardía” que ha asolado a los potosinos en los últimos años.

Curiosamente, ante la negativa de un sector de Morena de ir en alianza con un personaje que ya fue sujeto a un proceso penal y aún tiene abierta una investigación en la Unidad de Inteligencia Financiera, el PVEM y el PT decidieron hacer su alianza sin su hermano mayor y registrarla bajo el lopezobradorista nombre de “Juntos Haremos Historia”.

¿Se habrá quejado Mario Delgado de la usurpación de la marca oficial de Morena para postular al controvertido “Pollo” Cardona? Todo parece indicar que no.

Y es que el pragmatismo es lo de hoy.

Si el PAN se quedó sin cuadros en Baja California, después de haber gobernado 30 años esa entidad, ¿por qué no postular a una famosa miss Universo a la gubernatura?

Frente a los arrebatos del gobernador Jaime Bonilla, el PAN y sus aliados locales PRI y PRD fueron incapaces de presentar un perfil con experiencia política y de gobierno y, ante la ausencia de cuadros, decidieron tomarle la palabra al líder de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, y poner en la boleta a Lupita Jones.

¿Sabrá gobernar?, quién sabe… pero es muy conocida.

Así las cosas, para la ciudadanía de Baja California la elección será entre la continuidad del “Bonillato”, una reina de belleza o el ex priista Jorge Hank Rhon, un cartucho quemado postulado por el Partido Encuentro Social a la gubernatura bajo la misma lógica: más vale malo pero conocido, que buen gobernante por conocer.

Siguiendo el ejemplo de los “partidos grandes”, los partidos de la chiquillada están postulando cuadros que les garanticen la supervivencia con base en su arraigo local o su fama popular.

Además de Hank Rhon, el controvertido exalcalde de Tijuana, el PES ha fichado a un abanico de expanistas y expriistas para cubrir sus candidaturas.

Va con la expanista Carolina Garza en Nuevo León, el expriista Carlos Zatarain en Sonora, y con el exlíder de las autodefensas Hipólito Mora, en Michoacán. 

Fuerza por México, el partido del líder sindical Pedro Haces, convenció al futbolista Manuel Negrete de abandonar su posible reelección en la alcaldía de Coyoacán, para ser su candidato en Guerrero.

Además, recogió los desechos de Morena en Michoacán y Colima, para llenar la vacante que su logotipo ocupará en la boleta electoral de esos estados, y ¿quién sabe?, en una de esas Cristóbal Arias y Claudia Yáñez le consigan a Haces los votos necesarios para conservar su registro como partido (y las codiciadas prerrogativas) en esas entidades.

La lógica de ganar con la estructura, y a contracorriente del deseo ciudadano de buenos gobiernos, lleva a unos y a otros a apostar por los cuadros capaces de movilizar votos, no despertar conciencias.

El pragmatismo de ganar “haiga sido como haiga sido” lleva a la alianza PRI-PAN-PRD a postular en Campeche al sobrino de “Alito” Moreno, Christian Castro, al senador Octavio Pedroza en San Luis Potosí, o a Ernesto “el Borrego” Gándara en Sonora, a pesar de haber sido el alcalde de Hermosillo el tristísimo 5 de junio de 2009, durante el incendio de la Guardería ABC.

Es la misma lógica que lleva a Morena a presentar al electorado a personajes que han brincado de partido en partido y que ya han perdido en anteriores comicios, pero que son dueños de las estructuras partidistas locales, como Layda Sansores en Campeche, Miguel Navarro en Nayarit o David Monreal en Zacatecas.

Ganar por ganar.

Eso explica la postulación a diversos cargos de personajes como Gabriela Goldsmith, Alfredo Adame, el “Pato” Zambrano, Ernesto D’ Alessio, el “Bofo” Bautista, el “Abuelo” Cruz, Adolfo Ríos, el “Chelís”, Rommel Pacheco, Enrique Garay, “Blue Demon” junior, “El Tinieblas” o Paquita la del Barrio.

A la voz de “total, Cuauhtémoc Blanco ya es gobernador”, celebridades del deporte o la farándula han decidido jugarle el juego a los partidos: lo importante es ganar, no saber gobernar o legislar.

Movidos por su ambición, y no por el interés nacional, los partidos apuestan por la alternancia en los más de 3 mil 500 cargos que habrán de disputarse el 6 de junio. Parece no importarles si, después, serán capaces de construir alternativas de gobierno.

Periodista desde 1993. Estudió Comunicación en la UNAM y Periodismo en el Máster de El País. Trabajó en Reforma 25 años como reportero y editor de Enfoque y Revista R. Es maestro en la UNAM y la Ibero. Iba a fundar una banda de rock progresivo, pero el periodismo y la política se interpusieron en el camino. Analista político. Subdirector de información en el medio Animal Político.