El caso Humbertus: luchar contra el cartel inmobiliario puede costar la cárcel

9 diciembre, 2023

El activista José Humbertus Pérez Espinoza, quien lleva casi ocho años confrontado con el grupo Atlacomulco, fue agredido recientemente por policías, quienes intentaron arrestarlo, a pesar  de no tener ninguna orden de aprehensión.  

Por Lydiette Carrión / @lydicar

Hace unos años, José Humbertus Pérez Espinoza, protestó contra la mala calidad de las viviendas de interés social en su fraccionamiento, en el municipio de Tecámac, Estado de México. Protestó porque sus vecinos perdieron sus viviendas por despojo, el crimen organizado llegó a su colonia, y además las deudas eran impagables. Todo al mismo tiempo. Fue uno de los primeros en el país en hablar de un “cártel inmobiliario”.  

El tema es importante, porque Humbertus fue el primero en señalar y acusar. Pero años después, se ha ido documentando el grado de corrupción que implicaron estos fraccionamientos, construidos de forma terrible, y que beneficiaron a muchas empresas privadas.

Así, fundó el Frente Mexiquense en Defensa de una Vivienda Digna. Y en septiembre de 2016  este grupo inició la recuperación de viviendas en el Estado de México por la vía legal. En aquel momento habían identificado que varios invasores operaban en las Privadas de Laredo y Gallarta del Conjunto Urbano de Villa del Real Sexta Sección, en Tecámac, Estado de México.

Pero la fiscalía del Estado de México lo acusó de usurpación de funciones y lo metió a la cárcel durante cuatro años. Ahí, las autoridades lo hostigaron y torturaron. Desde la negligencia para la atención médica, el haber sido trasladado un periodo a una cárcel para enfermos psiquiátricos; pero lo que más le dolió fue le impidieron salir a las exequias cuando su madre falleció … Finalmente salió absuelto en 2020, con su salud severamente dañada. 

Mientras estuvo en la cárcel se percató de que había muchos casos de fabricación de delitos, de personas encerradas durante años sin sentencias, etcétera. Así se sumó no sólo al activismo por la vivienda; sino también fundó otra organización, Presunción de la Inocencia y Derechos Humanos AC.

El pasado 6 de diciembre,  estas organizaciones protestaban frente al Consejo de la Judicatura Federal, en la Ciudad de México. En eso llegaron agentes vestidos de civiles pero con autos con placas del Estado de México. Intentaron detener arbitrariamente  a Pérez Espinoza y a las activistas María Guadalupe Hernández Rojas y Beda Sarmiento Gutiérrez. También hubo policías de la Ciudad de México en esta agresión.

Por todo ello, diversos colectivos de derechos humanos y el obispo emérito Raúl Vera, enviaron un comunicado. Exigen que Humbertus, Guadalupe y Beda formen parte del mecanismo de defensores de derechos humanos y periodistas de la Secretaría de Gobernación.

Actualmente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos conoce el caso para ver si lo atrae. 

*Mientras escribo esta pequeña historia, en Gaza llevan 62 días de bombardeos, más de 20 mil muertos, casi 8 mil niñxs asesinados, más de mil niñxs mutilados permanentemente. Dos millones de personas están desplazadas, asediadas, sin acceso a agua, comida, medicinas ni combustible. El consejo de seguridad de la ONU votó por un cese al fuego prolongado, pero el gobierno de Estados Unidos lo vetó, Reino Unido sólo se «abstuvo». Es probable que estemos presenciando el peor crimen contra los derechos humanos de la historia contemporánea, y cuyo impacto trascenderá por décadas, no sólo en aquella región, sino a nivel planetario. Por eso me sumo este lunes a la huelga mundial por un cese al fuego definitivo.

Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).