COP26, contradicciones e hipocresías

5 noviembre, 2021

Muchas empresas utilizan la COP26 para promocionar “soluciones”. En estas semanas de eventos ambientales en Escocia, una serie de estampas retratan las contradicciones de las discusiones sobre el cambio climático

Texto y fotos: José Ignacio De Alba

GLASGOW, ESCOCIA.- En el Glasgow Science Centre se llevan a cabo conferencias y discusiones sobre medio ambiente. Pero la entrada de la instalación se utiliza como centro de exhibiciones para algunas novedades, catalogadas como “solución”. Por ejemplo, la empresa Oceanways promociona la venta de submarinos para llevar la carga comercial. 

La idea de esta empresa inglesa es que los submarinos, prototipos de la empresa, están pensados para recorrer distancias cortas, pero se espera que en algún momento puedan cruzar el Océano. El Esmeralda01 está propulsado por hidrógeno y por una batería eléctrica. Sus creadores aseguran que durante los viajes que realiza el submarino ayuda a filtrar el agua de microplásticos.

El submarino autónomo está financiado por empresas privadas, pero también por el gobierno de Reino Unido. Este aparato podría estar en funcionamiento en los próximos años. Algo similar sucede con la aeronáutica, la empresa Rolls Royce desarrolla desde hace años aviones impulsados con electricidad. La empresa británica trajo para la exhibición de la COP26 su modelo Spirit of Innovation, la aeronave eléctrica más rápida del mundo. 

Rolls Royce anunció que los avances logrados con su avioneta servirán para implementar esta tecnología en aviones comerciales. La industria automotriz está mucho más avanzada en la utilización de electricidad. A la COP26 también llega el ícono inglés Mini Cooper, pero ahora en su versión eléctrica. No se trata de un prototipo, el automóvil que se exhibe entre los visitantes  ya está disponible en las agencias automotrices, en su versión sencilla, por 720 mil pesos. 

Pero la electricidad también puede mover unidades en la industria pesada. La empresa de Reino Unido JCB exhibe alguno de sus transportes de carga aquí, en la COP26; en un futuro no muy lejano podríamos ver esta maquinaria en industrias de construcción o la minería. 

En la cumbre conviven discursos y soluciones contradictorias para frenar el cambio climático. Hay quien pugna por el cambio de modelo económico y de producción, otros piensan que con la innovación tecnológica y la concientización basta. 

Por ejemplo, aquí acudió el magnate Bill Gates para comprometerse a acelerar el desarrollo de tecnologías verdes. Aunque también aseguró:

“Mi optimismo básico sobre el cambio climático proviene de mi creencia en la innovación. Las condiciones nunca han sido más claras para respaldar los avances energéticos. Es nuestro poder de inventar lo que me da esperanzas “.

Bill Gates

Otra forma de vida

En contraparte la activista Disha A Riva explica:

“El problema son las soluciones basadas en el mercado, si algo se ha demostrado en los últimos 150 años es que el mercado solo ha acelerado el cambio climático”.

Disha A Riva

La mujer relata en un foro que difícilmente se podrá cambiar el rumbo del planeta si no somos capaces de imaginar una nueva forma de vida y otra forma de relacionarnos con la naturaleza:

“Lo sé, es difícil de imaginar. Pero si mantenemos toda nuestra esperanza en la tecnología difícil vamos a obtener resultados distintos a los que ya hemos tenido”. 

Desde la inauguración de la COP26, al aeropuerto de Glasgow, Escocia, empezaron a llegar decenas de aeronaves privadas. Tanto, que la infraestructura del lugar fue insuficiente para el arribo de los invitados, los aeropuertos de Prestwick y Edimburgo también tuvieron que ser habilitados. 

Cientos de aviones y jets privados, algunos medios como BBC reportaron 400, de empresarios y líderes de estado, abarrotaron pistas y hangares. Algunos invitados incluso arribaron a las discusiones en caravanas de coches. Las críticas a personajes como Bill Gates, abundaron desde el inicio de la cumbre. La delegación estadounidense utilizó, al menos, dos aviones para llegar al lugar. Incluso, el ministro Boris Johnson, que vive a unos 600 kilómetros de Glasgow arribó en jet. 

Varios medios ingleses criticaron la decisión de Johnson de viajar en avión en lugar de tren o, incluso, automóvil. La COP26 a veces solo parece una convención sobre negocios. Los panelistas se hospedan en lujosos hoteles y arriban a los centros de convenciones en automóviles de lujo. 

Para muchos activistas, como Greta Thunberg, la cumbre climática se ha convertido en puras “palabrerías”.

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).