Desafiar los estándares de género impuestos en nuestra sociedad implica, muchas veces, recibir violencias. Esta película de Lukas Dhont nos habla de ello, a partir de la historia de dos chicos que cuestionan el rol de la masculinidad tradicional.

Texto: Andrea Sarmiento Pastrana

Foto: Tomada del trailer oficial

CIUDAD DE MÉXICO. – El director belga Lukas Dhont nos cuenta la historia de Leo y Remi; dos chicos de 13 años que han sido amigos durante gran parte de su vida y que están pasando por el cambio de la niñez a la adolescencia, con todas las dudas e incertidumbres que esta etapa conlleva.

Su vida cambia al entrar a la secundaria, pues se enfrentan a una sociedad que hasta la fecha se rige por roles de género. Gracias a estos, se ha formado una idea de la masculinidad establecida como la norma de conducta para los hombres. Esta normativa implica que los hombres se relacionen por medio de la burla y la violencia, reprimiendo las emociones que conlleven una muestra de afecto, pues a ellos se les ha relacionado con la fuerza mientras que la parte sentimental se le ha adjudicado a las mujeres. Además, se asume directamente que quien salga de este esquema es gay, por lo tanto, se convierte en un objeto de burla y a quien lo defienda probablemente se te etiquete y se le rechace de la misma manera.

La amistad de Leo y Remi se sale de la masculinidad tradicional. Esto no había sido un problema para ellos hasta que deben lidiar con las burlas de sus compañeros, quienes se impresionan al ver a dos chicos que se abrazan, se agarran la mano y pasan el tiempo juntos; les asombra ver un par de varones que crecieron juntos expresar su cariño.

Esto cambia su rutina completamente. A uno le molestan estos cuestionamientos, le ofende que se piense que es homosexual. Esto provoca que se aleje de su amigo, cosa que al otro le afecta pues actividades que habían hecho toda la vida como dormir en la misma cama o ir juntos a la escuela.

Si alguno realmente se siente atraído amorosamente por el otro no se sabe, pues eso queda a la interpretación de cada quien. Pero ese no es el punto del filme, el tema es que se siguen estigmatizando las relaciones homosexuales y que a los hombres aún se les niegan sus emociones.

Igualmente, Close nos enseña el impacto que pueden llegar a tener nuestras palabras sobre los demás, principalmente, en la etapa donde apenas nos estamos descubriendo como personas, en la cual todavía no tenemos un criterio bien formado y lo nos importa mucho lo que piense el resto de nosotros, pues es la edad en la que intentamos encontrar nuestro papel en la sociedad, así como conocer el camino que tomaremos en la vida.

Para una persona homosexual o que apenas está explorando su sexualidad estas actitudes son una tortura, pues la gente con la que convives a diario te hace sentir que haces algo mal, que lo que sientes es un error. Remi, Leo o cualquiera de sus compañeros en esta situación, deben reprimir sus emociones y adoptar las actitudes asociadas a su género para ser integrados en su propia escuela.

A pesar de que cada vez hay mayor apertura sobre el tema, esto es algo que sigue ocurriendo en todo el mundo. Aunque en ciertos ambientes ya no sea satanizado, la orientación sexual de las personas sigue siendo un tema de conversación. Parece que es muy importante aclarar lo que le gusta a cada quien, como si esto afectara en la personalidad de la persona.

De ahí que siga existiendo el famoso closet, que no es más que una forma de disimular que solo existe la heterosexualidad.

Por eso es importante la educación y la visibilización. Si a los niños no se les enseña desde pequeños que existe una gran diversidad en el amor, es normal que se impresionen al toparse con alguien que salga del esquema tradicional o incluso lo rechacen. Porque los prejuicios inculcados en casa se llevan a las aulas y posteriormente al trabajo, así es como se replica por generaciones el mismo discurso que deja a un gran sector de la población sin libertad de desarrollarse como les plazca.

Close nos muestra a una sociedad que aún no está lista para desafiar los estereotipos así como el daño que estos generan. Nos enseña que no es necesaria la violencia física ni los insultos para ejercer la discriminación, pues esta viene también en las bromas y comentarios que se consideran menores; que a pesar de que sí ha habido un avance, aún queda un largo camino para comprender las distintas formas en que se manifiesta el amor, tanto en relaciones afectivas como amistosas.

Por último, nos permite reflexionar la manera en que se ejercen las masculinidades y el por qué existen actitudes que entre mujeres están normalizadas pero entre hombres son señaladas y viceversa.Vemos que a los niños conforme van creciendo se les va encaminando a recluir sus emociones, pues estas son vistas como una debilidad, y en la estructura tradicional las débiles son las mujeres, nunca los hombres.

Close está disponible en la Cineteca Nacional.