Durante 2022 Zacatecas fue uno de los lugares más violentos del país. Esto no es nuevo, pero ocurre a la par está sucediendo algo muy grave: la criminalización de los medios por parte del gobernador David Monreal Ávila

Por María Ruiz / @Maria_efemere

El testimonio del reportero Marcos Vizcarra sobre lo vivido durante la detención de Ovidio Guzmán nos dejó muy tristes a quienes trabajamos en medios. Lo más doloroso es que lo sucedido en Culiacán, Sinaloa, no es una realidad aislada. Hay quienes se enfrentan constantemente a la violencia en sus estados. Una de ellas es la fotoperiodista Flor Castañeda, quien trabaja en Zacatecas. 

“Estábamos hablando de lo de Culiacán y estamos todos muy nerviosos porque sabemos que todo eso nos va a rebotar acá. La situación es más terrible que lo que se ve en medios nacionales”, me dice por teléfono. 

Habíamos quedado de platicar después de que el asesinato de Zapatita, un activista muy querido, volteara las miradas nacionales de nuevo a Zacatecas. Flor se siente sola y ve con tristeza la falta de reconocimiento y seguimiento de los periodistas locales, quienes están más desprotegidos y quienes cubren violencias constantemente en sus entidades.

Esta falta de reconocimiento es casi obscena. Me cuenta un caso: A un compañero lo contrataron como fixer de unos fotoperiodistas de una agencia internacional (no mencionaremos el nombre de dicha agencia para no quemarlo). Fueron a Jeréz, uno de los municipios más violentos del Estado. Cuando iban llegando decidieron ponerse sus chalecos antibalas pero a su compañero no le dieron nada…

Este es un ejemplo más del poco reconocimiento del trabajo de periodistas locales, a quienes tanto extranjeros como periodistas de grandes medios no tratan dignamente; sólo los utilizan. 

Durante 2022, Zacatecas fue uno de los lugares más violentos del país. Castañeda cuenta que esto no es nuevo, pero a la par está sucediendo algo muy grave: la criminalización de los medios por parte del gobernador David Monreal Ávila.

“El gobernador nos culpa a los medios de ser promotores de la delincuencia. Nos culpa por dar información de lo que sucede: la camioneta con diez cuerpos en Plaza de Armas, los narcobloqueos, los colgados en los puentes. La relación con los medios y el gobierno está tensa porque la realidad sobrepasó el discurso de las autoridades. Todos los meses cubrimos marchas para exigir justicia; los compañeros se juegan la vida todos los días, muchos salen con chaleco antibalas”, me cuenta.

Entre toda esta violencia y discursos criminalizantes desde el Estado no existen protocolos de protección a periodistas. Viven con salarios súper precarios, el salario de un fotoperiodista va de los 2 mil 500 a los 4 mil 500 a la quincena y no incluyen viáticos para sus traslados. Además, la cobertura de nota roja se ha incrementado.

Flor decidió poner límites y dijo en su redacción que para cubrir nota roja necesitaba un vehículo, un mejor salario y únicamente dedicarse a esa fuente. Lo mínimo. Yo agregaría el servicio de terapia, ya que este tipo de coberturas tiene repercusiones muy fuertes en nuestro estado emocional y eso repercute todo lo demás de nuestras vidas.

Flor lo sabe, lo ha sentido de distintas formas. En 2020 le tocó cubrir el asesinato de uno de sus compañeros, el fotoperiodista Jaime Castaño. Fue asesinado en Jerez, después de matarlo se llevaron la tarjeta de memoria de su cámara. Se había convocado a una protesta pero fue tanto el miedo que nadie salió, las calles desiertas daban tanto miedo que fueron fotografiables. 

Luego, en 2021 tomó una fotografía que ocasionó que le llegaran mensajes de odio y amenazas. La fotografía es una mirada de la violencia cotidiana a la que están expuestos. Y es dura: un niño limpiando la sangre de un asesinato en un parque.

PIE DE FOTO: El 20 de octubre de 2021, una mujer y un policía fueron asesinados en Plaza Bicentenario, uno de los lugares más transitados en la capital Zacatecana. Tan solo 2 horas y media después los comerciantes del área tuvieron que limpiar los restos de sangre que quedaron en el lugar, las autoridades no dieron el tratamiento adecuado a la escena del crimen. Un grupo de niños, observaban la sangre mezclada con agua, los rastros de la violencia desatada en Zacatecas.

“El Culiacanazo 2.0 es algo muy cruel y muy duro, pero se nos olvida que en municipios del país que juegan un lugar estratégico para carteles la gente vive en este desahucio constante. Esta imagen es lo que muestra lo que estamos viviendo en Zacatecas desde años atrás”, dice. 

Flor también cuestiona cómo los premios y las becas siempre se quedan en las grandes ciudades. Le entristece que ni siquiera porque su ciudad es tierra del reconocido Pedro Valtierra haya incentivos para el fotoperiodismo. Incluso existe una fototeca en honor al fundador de la agencia Cuartoscuro pero pocas veces hay eventos, sólo cuando hay publicaciones de la revista.

“Siento que el trabajo de fotógrafas del país del interior de la república debe de tener el mismo valor, debería estar implícito. En caso como Zacatecas, Durango y San Luis Potosí, los medios, las agencias deberían valorar el trabajo. Podría sonar con que estoy siendo quejosa pero al hacer diarismo en Zacatecas agradeces llegar a casa, agradeces no desaparecer en el trayecto”.

Una sugerencia de Flor, y yo coincido con ella, es voltear a ver el trabajo de quienes se rifan todos los días, aprovechar las redes sociales, compartir. En Estados Unidos existen páginas como Women Photograph o Diversity Photo que funcionan como directorios de fotógrafos. Flor sueña con algo así pero de fotoperiodistas locales, un mapeo para estar viendo su trabajo.

Ojalá algún día los fotoperiodistas en México sean más reconocidos, tengan mejores sueldos y puedan desempeñar su trabajo con la mayor seguridad posible. Mientras tanto les dejo las cuentas de IG donde pueden ver el trabajo de varios de ellos:

Flor Castañeda: @Flor_84

Andrés Sánchez: @andres.sanchez.gomez

Ernesto Moreno: @ernestomorenov74

Jesse Mireles: @soyjessemireles

Diana Valdez: @_valher_d

Nallely de León: @nallelydeleonmontellano

Emmanuel LLaguno: @emmanuelllaguno86

Miguel Alvarado: @maick_valle

Juan Ortega: @juan_.ortega

Adolfo Vladimir: @adolfovaltierra

Edgar Chávez: @rokazul83

Guillermo Moreno (RIP): @documental23

Carlos Montoya: @charlesmontoya_photo