El pasado 13 de julio la Cámara de restaurantes obtuvo un amparo para que en terrazas de unos 600 mil restaurantes y bares se permita fumar, a pesar de que el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco lo prohíbe. Es el segundo amparo en favor del consumo de tabaco. Héctor L. Frisbie advierte del retroceso que representa esta decisión en las políticas de salud pública

Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: María Ruíz

CIUDAD DE MÉXICO.- En 2022, México recibió un premio especial del director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, por crear crear ambientes libres del humo del tabaco. Era un reconocimiento a una serie de medidas de control del tabaco establecidas en los últimos años y que había logrado reducir el consumo. «Era el país que lo estaba haciendo mejor en el mundo”, dice sin dudas el doctor en salud pública, Héctor L. Frisbie.

En entrevista telefónica, Frisbie lamenta la decisión de un tribunal mexicano de otorgar a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) un amparo contra la prohibición de fumar en espacios abiertos donde se consuman alimentos y bebidas.

«Es una enorme irresponsabilidad que va en retroceso de los avances logrados», dice.

El amparo

El 13 de julio, la Canirac ganó un amparo contra el reglamento de la Ley General para el Control de Tabaco. Este amparo permite fumar en espacios abiertos donde se consuman alimentos y bebidas, pese a que el reglamento señala lo contrario.

El juzgado que falló a favor de los restauranteros fue el Décimo Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito.

Este nuevo fallo ahora permite fumar en las terrazas de los restaurantes y bares, algo que, de acuerdo con Frisbie, «va en contra del progreso de la salud pública y del respeto colectivo».

Además, echa abajo una parte de la estrategia gubernamental para restringir el consumo de tabaco en México, algo que desde 2004 era una política pendiente en el país.

Cumplir los estándares

El 15 de enero de 2023 se publicó un nuevo reglamento de la ley para controlar el consumo y venta de tabaco. En ese reglamento se ampliaron los lugares libres del humo del tabaco, entre ellos patios, terrazas y balcones públicos, así como parques de diversiones, áreas de juegos, parques, deportivos, playas, centros de espectáculos, plazas comerciales, mercados, paraderos de transporte y, por supuesto, lugares de consumo de bebidas y alimentos.

El nuevo reglamento fue el final de una serie de acciones que el Gobierno Federal ha implementado para cumplir con los estándares propuestos por la Organización Mundial de la Salud para el control del tabaco. Los estándares están vigentes desde 2004, el mismo año en que México firmó un convenio marco que lo obligaba a ceñirse a los lineamientos de la OMS.

Sin embargo, pese a su antigüedad, los lineamentos nunca se habían acatado.

Frisbie comenta:

“El gobierno de México, desde el año 2022, incluso aún dentro de la pandemia, empezó a hacer esfuerzos mucho más importantes para crear espacios libres de tabaco».

Héctor L. Frisbie, especialista en salud pública.

Sin embargo, en febrero de 2023 la historia cambió.

La rebelión del lobbying del tabaco

Un mes después de la entrada en vigor del nuevo reglamento, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (que incluye a cadenas como Oxxo y 7 Eleven), tramitaron un amparo para que no se les prohibiera exhibir anaqueles llenos de cajetillas de cigarros ni publicidad relativa al tabaco. 

El amparo se resolvió a favor de los «pequeños comercios».

Ahora, el amparo que ganó la Cámara de Restaurantes en esta semana es el segundo revés a una política pública que buscaba delimitar y reducir los espacios donde se permite fumar. Ambos golpes vienen desde dos de los tres actores que históricamente han fomentado el consumo del tabaco, como señala el doctor Firsbie. 

“Hay tres organismos que históricamente han luchado a favor de que se fume en México, porque es buen negocio para ellos. Son los que hacen mucho lobbying y pagan a diputados y senadores para que pasen iniciativas, las duerman o las modifiquen”.

Héctor L. Frisbie

Frisbie hace referencia a la Canirac (los restauranteros), la Anpec (las tienditas) y la Asociación Rural de Intereses Colectivos de Productores de Tabaco, ARIC. 

“Estos tres organismos son los que históricamente han corrompido las leyes. Esto que están haciendo es una terrible irresponsabilidad que va a echar por tierra los esfuerzos que el Gobierno está haciendo para proteger a la población del humo del tabaco”, añade. 

Un golpe a la salud

De fondo, asegura el especialista, queda la voluntad de hacer negocio de esta industria. Sin embargo, considera que es una buena oportunidad para que los ciudadanos demuestren a esas empresas que lo que están haciendo va en contrasentido de lo que hacen la mayoría de los restaurantes de otros países del mundo.

Nos deja ver que a ellos no les importa la salud, ni de sus clientes ni de sus trabajadores ¿O qué compensación les van a dar si les da cáncer pulmonar si no son fumadores? ¿Ellos van a asumir los costos y el tratamiento? evidentemente no”, añade. 

Para poder llamar a un espacio ‘libre de tabaco’, se necesita que no haya exposición por lo menos cinco horas antes al humo de tabaco, tiempo que dura impregnado en la ropa y otros objetos. Incluso el contacto a espacios o personas expuestas al humo de tabaco disminuye el tono del esfínter esofágico, lo que favorece el reflujo; disminuye la velocidad de la digestión, incrementa la posibilidad de tener infección del tracto pulmonar y se disminuye la capacidad de las papilas gustativas, señala el doctor L. Frisbie

Ambas suspensiones definitivas, tanto la de la Canirac como la de la Anpec, aún podrían ser revocadas si un juez determina que el fondo del amparo no amerita la suspensión de la ley.