La madrugada de este lunes alrededor de 500 policías intentaron desalojar la Casa de los Pueblos Samir Flores, antes oficinas del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas. Once de los habitantes de la toma fueron heridos por elementos de seguridad. Otomíes exigen expropiación del inmueble

Texto y fotos: María Ruiz 

CIUDAD DE MÉXICO.- A días de cumplir tres años la toma del edificio del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas vivió un intento de desalojo con violencia. Como cada año, cuando celebran su aniversario, los habitantes, otomíes desalojados de sus hogares, cerraron la Avenida México-Coyoacán para realizar su evento conmemorativo de La Casa de los Pueblos Samir Flores, como nombraron al hogar que tuvieron que tomar ante el despojo y desalojo que vivieron después del sismo del 2017.

El cierre de la vialidad se extendió más días debido a la ausencia de respuesta del Estado a sus demandas de vivienda, ya que llevan varios meses tramitando la expropiación de los predios de los que fueron desalojados: Zacatecas 74 y Roma 18/ Londres 7 en la colonia Juárez.

“LLEVAMOS 2 AÑOS Y MEDIO QUE SE EXPROPIÓ EL INMUEBLE EN ZACATECAS 74 Y NO HAY INDICIO DE CUÁNDO INICIAN LAS OBRAS PARA LAS 40 FAMILIAS OTOMÍES” se lee en su comunicado de prensa, el cual comienza escrito a minúsculas y termina con mayúsculas, detalle que habla del enojo, el cansancio y la rabia que denota el desalojo violento dentro de la comunidad otomí.

No es la primera vez que son desalojados con violencia. Justo el 19 de septiembre del 2018, a un año del sismo en el que perdieron su hogar por daños y posteriormente porque el Estado no reconoció que fuera su hogar, los otomíes fueron desalojados con violencia del campamento en el que vivían, y aún viven algunos, frente al predio de la Juárez. 

Los desalojos y la falta de vivienda de la población otomí fue la razón de la toma de las oficinas del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas ubicados en Avenida México-Coyoacán. Este octubre la ocupación cumplió tres años.

El sábado pasado el gobierno de la Ciudad de México les informó que no podrán expropiar este inmueble de la Juárez ya que no mantuvieron la ocupación del inmueble. Esto hizo que mantuvieran el cierre de la Avenida México-Coyoacán.

El domingo, casi a la media noche, más de 500 granaderos llegaron a la toma del INPI e intentaron desalojar a los otomíes con violencia. Diez de sus habitantes fueron golpeados.

“Un hombre de 28 años fue golpeado con un escudo en la frente provocando una herida profunda que requiere costura y valoración médica, además de recibir golpes en todo el cuerpo, un adolescente de 17 años fue atacada por un grupo de 5 granaderos quienes lo patearon y golpearon; una adolescente de 13 años fue golpeada por 3 granaderos, le patearon la cabeza provocando que se desmayara; una adolescente de 18 años fue golpeada e insultada por 8 elementos; 2 mujeres de la tercera edad fueron aventadas al piso por varios elementos; una persona que estaba documentando fue atacada por al menos 8 elementos, quienes la golpearon y rompieron uno de los lentes de su cámara”

Comunicado de prensa Casa de los Pueblos Samir Flores

Las personas agredidas no contaron con atención médica hasta la tarde de este lunes, cuando paramédicos voluntarios se acercaron a curar y revisar sus heridas.

Una hora después del intento de desalojo un grupo de 6 motociclistas realizaron disparos de arma hacia el plantón. Los otomíes recogieron los cartuchos y presentaron la evidencia durante la conferencia de prensa. 

Denuncian que durante el operativo estuvo presente Juan Gutiérrez Márquez, Coordinador General de Concertación Política, Prevención y “buen gobierno” de la CDMX.

Este lunes, durante conferencia de prensa, los habitantes de la okupa informaron que ante el intento de despojo, y la no expropiación del predio de la Juárez, exigen la expropiación del inmueble que pertenecía al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas y que los otomíes convirtieron en un punto de encuentro de los pueblos por lo que lo renombraron como Casa de los Pueblos Samir Flores.

Dentro de los grupos que estuvieron presentes en la conferencia se encontraron representantes de los Pueblos Originarios de la Ciudad de México, quienes llevan años luchando contra el despojo en la ciudad, auspiciado por inmobiliarias que alimentan la gentrificación en la capital del país.

Doña Fili, activista por el derecho al agua en la zona de los pedregales, recordó la frase que siempre dicen los otomíes: “No queremos regalado, queremos precios justos” y denunció que en esta ciudad las únicas que tienen garantizada la vivienda son las inmobiliarias.

Por el momento los otomíes mantendrán el plantón y el cierre de la Avenida México- Coyoacán hasta que el jefe de Gobierno Martí Batres les de una audiencia donde atienda sus demandas. 

https://x.com/pdpagina/status/1713989681527046362?s=46