Este 1 de julio entra en vigor la actualización del tratado de libre comercio más importante para México, el T-MEC, que se espera de un impulso a nuevas exportaciones mexicanas y mejore el mercado laboral. El acuerdo llega, sin embargo, cuando muchas fábricas apenas empiezan a retomar sus actividades económicas por la covid-19
Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Depositphotos
Una de las apuestas del gobierno federal para que la economía no se estanque y recuperar empleos recae en la entrada en vigor del Tratado Comercial entre Estados Unidos y Canadá, pero por la pandemia sus ansiados efectos no llegarán, al menos, hasta que hayan las condiciones sanitarias.
“Las nuevas condiciones que generará el tratado permitirá contribuir a una más rápida generación económica de los efectos generados por la actual pandemia del covid-19”. Señaló la secretaria de Economía, Graciela Márquez, en un mensaje publicado en redes sociales el primer minuto de este 1 de julio.
Según las autoridades, el tratado creará condiciones en México para trabajadores y pequeños empresarios que serán la clave para que la economía mexicana supere la recesión posterior a la pandemia por coronavirus. Pero el panorama no es muy esperanzador.
“¿Qué nos aguarda?”, antes de responder, Carlos Alberto Bautista, especialista en comercio y negocios internacionales de la facultad de negocios de la Universidad La Salle, hace un breve preámbulo: “El T-MEC es la evolución de un tratado previo, que entra en vigor en un periodo de estancamiento económico muy grande”.
“Este año no se va a ver casi nada de sus beneficios”, adelanta el también profesor. “Nuestras exportaciones se han caído porque el país ha estado parado, y estas exportaciones no se van a recuperar pronto porque desde que inició la pandemia no se ha fabricado nada. México exporta muchos electrodomésticos, pero no se han fabricado, también mucho vino y cerveza, pero tampoco se ha producido”. Tampoco es que haya quien compre estos productos. Otro sector donde las exportaciones mexicanas tienen un alto valor es el de la fabricación automotriz, pero a nivel mundial, se calcula que este año la caída en la venta de automóviles llegue a un 91 por ciento.
En 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, sin embargo, a 26 años, adecuaciones y modernizaciones se volvieron más que necesarias. Esta nueva versión suma 12 capítulos a los 22 ya existentes, entre los que destacan ajustes laborales que buscan generar mejores condiciones en toda la región, nuevas reglas para el comercio electrónico así como apoyos a las pequeñas y microempresas.
Estos cambios representan una gran oportunidad para los trabajadores del país, pues poco a poco deberán aumentar los salarios de quienes producen mercancías de exportación para que queden al mismo nivel que el de los socios comerciales.
Hasta hace dos años un empleado de una empresa ensambladora en México ganaba alrededor de 2.66 dólares la hora, según datos de la Industria Nacional de Autopartes, mientras que en Estados Unidos, trabajos similares se llegan a pagar a 45 dólares la hora.
De acuerdo con la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, este tratado será un impulso a la economía que dará certidumbre y generará inversiones.
“No es el antiguo esquema de generar inversiones a costa de los empleos y de los salarios mexicanos; sino de la mano de los empleos y los salarios mexicanos”, respondió a Pie de Página la secretaria en una conferencia de prensa.
“Esto pasa desde la reforma (laboral) y la implementación del Nuevo modelo laboral, tiene que ver con la libertad sindical, con la democracia, eliminar ese modelo en que cuando te empleaban, te incorporaban a un sindicato. Ahora es opcional si se quiere formar o no parte de un sindicato”.
Además de requerir el alza de los salarios, el tratado prevé lineamientos para mejorar la relación entre los empleados y los patrones a través de mecanismos sindicales y de negociaición de contratos colectivos.
“La negociación colectiva es el corazón de las relaciones laborales. Es la posibilidad de poder negociar cada año los salarios y cada dos años el contrato en sí mismo para mejorar cláusulas y mejorar estos empleos”, señaló Alcalde.
Este nuevo tratado comercial concluye un capítulo para aumentar las exportaciones de los pequeños productores de los tres países, es decir de la pequeñas y micro empresas. Según ha dicho la secretaria de Economía, Graciela Máquez, la meta en México es que este tipo de empresas, que actualmente sólo aportan el 1 por ciento de las exportaciones aumente considerablemente. En el caso de Canadá, sus pymes conforman el 31.69 por ciento de las exportaciones, mientras que en otros países como Italia o Turquía, la cifra alcanza el 25.
Para lograrlo, el propio tratado estipula que los países firmantes tendrán que crear las condiciones necesarias para que sus pequeñas empresas exporten, poninendo a sus manos recursos y guías para adentrarse en los mercados globales.
Para México, el reto es mayor. “Ahí lo que nosotros hemos procurado es que las pequeñas empresas tengan la información”, aseguró al respecto Rocío Mejía Flores, coordinadora del programa Microcréditos para el bienestar de la Secretaría de Economía.
El programa de microcréditos, más conocido como Tandas para el bienestar, busca fortalecer a este tipo de negocios en el país, proveyéndoles de créditos baratos, a comparación de la banca comercial, a personas que normalmente no son seleccionables según las instituciones financieras para este tipo de financiamientos.
Este tipo de apoyos, como han mencionado las autoridades mexicanas desde que inició la pandemia por covid-19, buscan potenciar a estas empresas y que puedan encontrar nichos comerciales fuera de las fronteras nacionales.
“Dentro de las microempresas que nos piden créditos, hay un 20 por ciento que están dedicadas a la manufactura y a las artesanías que son las que podrían encontrar mejores oportunidades con la entrada en vigor de este tratado”.
Actualmente el mercado del turismo así como las cadenas de valor comerciales de la mayoría de los productos alrededor del mundo están detenidas, por lo que por más que el T-MEC pueda promocionar el comercio de México con los países de América del Norte, no podrá mostrar sus bondades hasta terminada la pandemia, a excepción de ciertos mercados.
“Estados Unidos tiene un proteccionismo muy agresivo y una guerra comercial con la Unión Europea y China, a quienes no les están comprando nada, todo se lo compra a México y Canadá, que somos sus principales socios comerciales”, explica el profesor Bautista.
“Ahorita hay mucha gente desempleada, poco a poco eso se va a recuperar, y los que más van a comprar va a ser de estas regiones (Canadá y Estados Unidos)”, añade el académico. Así, la recuperación de México está atada a la suerte de la economía de Estados Unidos.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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