La Guadalupana funciona no sólo como una tienda de productos de México en Zúrich, Suiza, sino como un punto de encuentro para hacer comunidad entre mexicanos e informarse de lo que ocurre en su tierra a más de 9 mil 500 kilómetros de distancia
Texto y fotos: Kau Sirenio
ZURICH.- El respiro de la cocina mexicana en Europa se encuentra en la tienda La Guadalupana. Un oasis para los mexicanos que buscan ingredientes para una salsa o tortillas de harina de maíz nixtamalizado en colores y variedad de México; hay amarillo, blanco, azul, morado o rosa. Pero no todo termina en eso, también se puede saborear unos huaraches, sopes, quesillo de Oaxaca, chorizo y tamales.
En esta tienda el sabor de la comida mexicana y el color de las artesanías se combina con un toque de activismo que María de los Ángeles López Tejada le pone a su trabajo en Zúrich, Suiza.
“Es un pequeño pedazo de México, y no tienes idea de cómo lo disfruto, me encanta cuando llegan algunos clientes que quieren platicar de México, a veces tenemos tertulia”, dice la fundadora de La Guadalupana.
López Tejada llegó a Suiza hace 30 años, primero trabajó en una tienda mexicana que combinaba con la radio y la organización de mexicanos en Zúrich.
“Cuando somos demasiado paisanos que estamos en el local, salimos a la calle para seguir con la plática, más ahora con la pandemia. Muchos vienen a pedir consejos u orientación, la verdad disfruto estas reuniones”.
Además de los menjurjes para la cocina, también se venden metates y molcajetes: “he vendido varios metates, cada vez que voy a México traigo molcajetes. En cada viaje traigo 100 molcajetes, hablo de cinco años que tiene la tienda. Son como 300 molcajetes, de los cuales he vendido 250. Metates es una pieza más grande, pero fíjate, que me lo han comprado hasta suizos, he vendido como cinco, ahora tengo dos”.
Nacida en Guamúchil, Sinaloa, María de los Ángeles empezó a trabajar en una tienda mexicana, sin embargo, dejó ese espació para montar su propia tienda para ofrecer otra variedad a unos 2 mil mexicanos que radican en Zúrich.
Mientras acomoda las latas de chile en los estantes, la sinaloense comparte su vivencia con su pequeña empresa:
“Es trabajo, no creas que es de sentarme en la caja y rascarme la panza. Es cargar cajas de 20 kilos, acomodar estantería, atender a los clientes que es lo más hermoso. Adentro de la tienda la clientela te sonríe, te saluda, te empieza a preguntar cosas hasta incluso hasta chisme, te enteras de todo de lo que sucede en la comunidad mexicana”.
En el cantón de Zúrich está la comunidad mexicana más grande de Suiza, además de tres tiendas mexicanas que ofrecen todo lo necesario para una fiesta mexicana: El Maíz, La Guadalupana y Frida. “Me parece excelente que en Zúrich con mayor población mexicana tengan tres tiendas mexicanas. La competencia es saludable para el sistema económico, cuando no hay competencia se impone el monopolio con precios muy altos, sin embargo, la competencia baja los precios”.
La mayoría de personas de origen mexicano en Zúrich están casadas con nacionales y el resto son parejas incluso mexicanas que fueron contratadas por empresas suizas: “Obvio no te voy a poner los precios de México, aquí pago el transporte, los impuestos de importación. Aquí en Suiza los costos de las rentas son altísimos, los sueldos son altos, por eso no te la puedo vender al mismo precio”.
Aparte de atender a La Guadalupana, María de los Ángeles López trabaja con la Asociación Mexicana en Zúrich que nació hace 27 años en ese espacio.
“Esta asociación la organizamos hace más de 20 años. Nuestra finalidad es agrupar a los mexicanos y mexicanas que viven en esta región y apoyarlos en sus necesidades como encontrar un médico de habla español”.
La sinaloense recordó su llegada a Zúrich: “Desconocías si había una asociación, si había un grupo mexicano, no sabía dónde podía comprar comida mexicana. Además, no hablaba inglés, ni alemán, pero busco a un médico que hable español”.
Entre los recuerdos que López Tejada comparte con Pie de página están las carpetas con los nombres de médico general, pediatra, que hablaran español, así como la de dos médicos mexicanos residentes en Zúrich.
“Aparte de los médicos organizábamos fiestas nacionales, las fechas más importantes son: Día de las madres, la fiesta patria el 15 de septiembre… Éstas las suspendimos desde hace dos años por la pandemia”.
La Asociación Mexicana realiza ciclos de conferencias informativas para la comunidad mexicana. A pesar de que la comunidad mexicana tiene trabajo político y cultural en los últimos años se ha visto afectada por la división al interior por las posiciones políticas y partidistas.
“Hace 26 años había una unidad entre los mexicanos que estamos aquí. Estábamos ansiosos de formar un grupo al cual unirnos y juntarnos, cada semana nos reuníamos de alguna manera. Hacíamos un picnic una vez al mes, llevamos bandera mexicana, cantábamos canciones mexicanas, había juegos en español, como lotería, era el bazar mexicano. En noviembre los altares de muertos”.
Los recuerdos de la activista se llenan de nostalgia y los sentimientos aprietan los ánimos, pero no se da por vencida, al contrario, retoma la plática con más coraje y extrae otro pedazo de su pasado: “Hace veinte y tantos años era una unidad increíble, pero con el paso del tiempo, la comunidad mexicana creció porque empezaron a llegar más mexicanos. Lejos de fortalecer la unidad trajo ruptura en la comunidad mexicana”.
La ruptura de la que habla López Tejada se dio por cuestiones políticas e ideológicas, pero se profundizó cuando empezó el debate sobre los conflictos que México enfrentaba desde la Guerra sucia y la formación de nuevas corrientes partidistas. Los mexicanos en Suiza tomaron partido y se alejaron de los colectivos.
“No me cierro los ojos para no ver lo que sucede en México, como la corrupción, la violencia, los asesinatos, los feminicidios, no me cierro los ojos, sé que son reales, sé que existen. Sin embargo, la comunidad mexicana que radicamos aquí nos dividimos por cuestiones partidistas o porque otros tenemos diferentes puntos de vista de lo que pasa en el país”.
“Estamos tan divididos que ni siquiera hacemos presencia en las actividades que los compañeros organizan para escuchar otras voces. Para mí es muy importante que la comunidad mexicana estuviera informada sobre la gira del escuadrón 421 de los zapatistas en Europa, muchos desconocen, o sea son muy pocos mexicanos los que saben que hubo una gira de un grupo de zapatista en Suiza”.
Luego habla de la obligación moral de los mexicanos y mexicanas en Suiza o en Zúrich con México: “Como mexicanos tenemos el deber de saber qué pasa en México. Cómo se sienten ellos, como viven allá y como se las arreglan para estar un día más con vida. Son temas que los zapatistas trajeron aquí. Para mí la comunidad mexicana debe saber que los zapatistas existen y siguen con el sueño de ser autónomos y que los dejemos en paz”.
Sin soltar el cuaderno donde lleva el control de la venta, la exlocutora de Radio Lora en Zúrich propone su visión de unidad entre los mexicanos en el viejo continente: “Hay que levantar una bandera que es México y presentar una imagen de lo que somos. Tenemos que luchar y trabajar codo a codo para recaudar dinero que puedan ser canalizados a proyectos sociales en México. Mandemos apoyo económico allá, eso es lo que tenemos que hacer los mexicanos y las mexicanas que estamos aquí. Esto no significa qué no estamos cerrando los ojos lo que sucede en México”.
La mexicana dice que México está muy lejos para los que viven en Europa, pero eso es una oportunidad para trabajar en proyectos sociales que beneficie a grupos sociales vulnerables: “Podríamos hacer algo, como canalizar nuestra energía a proyectos sociales en México”.
Sin más palabra suelta: “Hay que luchar por México, porque aquí en suiza solo nos llenan de noticias amarillistas en la prensa escrita. Nos habla de guerras entre los narcos, los colgados, los quemados, o sea todas esas cosas. Pero no todo eso México, tenemos unas cosas preciosas de norte a sur, una diversidad cultural, una diversidad culinaria, una diversidad de vestimenta, en Guerrero hacen unos huipiles preciosos, unos bordados con esas manos preciosas de nuestras artesanas de Oaxaca”.
Entre risa suelta su experiencia que tuvo en una conversación con unos amigos suizos: “Me dio mucha pena cuando me preguntaron de cosas negativas de México: ‘¿Usted es mexicana? ¿De qué parte de México viene?, ¿Del norte?’, cuando les dije que, de Sinaloa, la reacción fue. ‘El Chapo, ah el cartel de Sinaloa’ pero Sinaloa no es solo el narco, también es el estado rico en agricultura, en pesca, en ganadería, tenemos unas cosechas abundantes”.
En La Guadalupana no solo hay ingredientes para la comida, sino que uno puede encontrar artesanías y mezcal. Además, es un espacio donde se venden trabajos manuales de colectivos mexicanos.
“El año pasado un colectivo de mujeres de Oaxaca pusieron en Facebook que venden cubrebocas con los bordados tehuanos, de inmediato les escribí para decirles tengo una tienda mexicana, como mexicana, me interesa apoyarlas y a la vez tener ese producto, así fue como las contacté”.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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