Es tan absurda la celebración de los morenistas porque con la llegada de Taddei “ahora sí habrá un INE imparcial y democrático”, como la defenestración que intentan los opositores a todo lo que hace López Obrador

Twitter: @chamanesco

Casi al final de la entrevista que sostuvo con el comité de evaluación de la Cámara de Diputados, Guadalupe Taddei Zavala fue interrogada sobre su concepto de imparcialidad.

Insistente, el evaluador Andrés Repper -un filo morenista colocado por Ignacio Mier en el Comité Evaluador- le pidió a Taddei que hiciera una crítica a los consejeros salientes.

Guadalupe Taddei dio la vuelta a la provocación, y se concentró en lo suyo, presumir su trayectoria de más de dos décadas en el sistema electoral y su gestión como consejera presidenta del Instituto Electoral de Sonora, de octubre de 2014 a septiembre de 2021.

-La imparcialidad la tenemos que demostrar con la contundencia de los resultados. En los tres procesos que me tocó estar al frente ninguno se fue a tribunales, aun cuando se trató de alternancias -dijo, con su acento sonorense.

-Pero esa gestión, que fue exitosa, ¿cómo la compara con la postura del Consejo General en los últimos meses y semanas?, ¿tiene usted alguna crítica, o no? -insistió Repper.

-No, yo creo que el contexto en el que vive hoy el Consejo General del INE tiene que ser tomado en cuenta en un análisis riguroso de auto reflexión y entender que lo que ocupa al INE es la organización de las elecciones -reviró.

El intercambio deja ver las ilusiones de los morenistas respecto a los nombramientos ocurridos en la madrugada del viernes, mediante el democrático método de la insaculación o sorteo.

Querían alguien diametralmente distinto a Lorenzo Córdova Vianello, quien la noche del jueves se despidió de la herradura de la democracia. Pero ignoran, o pretenden desconocer, que Taddei no le pertenece a Morena, sino al sistema electoral nacional, donde se ha formado.

En octubre de 2014, Taddei formó parte de la nueva generación de consejeras y consejeros de los recién nacidos Organismos Públicos Locales Electorales. Su nombramiento como presidenta en Sonora fue aprobado por el Consejo General presidido por Córdova.

Aunque en Morena, como siempre, dicen tener otros datos.

En la conferencia mañanera del viernes, apenas seis horas después de las designaciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la designación de la nueva consejera presidenta del INE, y se apuró para incorporar lo ocurrido a su narrativa.

-Es una mujer experimentada, vean su trayectoria… no la conozco eh, conozco a su familia, eso sí. Tiene profesionalismo, es honesta, incapaz de actuar como el presidente que está saliendo, es una mujer íntegra -dijo el presidente.

Al unísono, los acólitos de López Obrador elogiaron a la recién nombrada consejera presidenta; incluidas las corcholatas que aspiran a gobernar al país en 2024.

Hasta el momento, se desconoce si López Obrador ya habló con Guadalupe Taddei; lo que sí se sabe es que una de las primeras conversaciones que tuvo la consejera durante la mañana del viernes fue con el defenestrado por la 4T, Lorenzo Córdova, quien la felicitó y le ofreció todas las facilidades para su llegada a la presidencia del INE.

El consejero presidente le explicó que una disposición de la Ley Electoral indica que ella y el resto de consejeros recién nombrados deberían tomar protesta del cargo 24 horas después del nombramiento.

Pero eso era imposible, pues Taddei estaba en Sonora, en donde tenía que entregar el cargo de comisionada del Instituto Electoral de Transparencia y Acceso a la Información.

Córdova y Taddei sostuvieron al menos tres llamadas telefónicas durante el viernes, para acordar los pormenores de la sesión de Consejo General en la que los recién nombrados tomarán protesta de sus cargos.

Por la tarde, un comunicado oficial del INE confirmó las pláticas, y anunció que dicha sesión ocurrirá la tarde de este lunes 3 de abril, con una ceremonia en la que Taddei se tomará a sí misma protesta y, después, tomará la protesta de sus colegas Rita Bell López Vences, Arturo Castillo Loza y Jorge Montaño Ventura.

Con los tres, Córdova también sostuvo conversaciones. Al provenir todos del sistema electoral mexicano, con todos ha tenido que trabajar en el largo periodo de nueve años en los que estuvo al frente del INE, por lo que esas llamadas fueron naturales y cordiales.

No hubo una captura del INE, como pretendían en los circuitos gubernamentales y oficialistas.

Es tan absurda la celebración de los morenistas porque con la llegada de Taddei “ahora sí habrá un INE imparcial y democrático”, como la defenestración que intentan los opositores a todo lo que hace López Obrador.

Tan ridículo el tuit del líder morenista Mario Delgado (“El proceso de selección de las nuevas consejeras y consejeros dará paso a una democracia renovada que pondrá fin al viejo régimen de cuotas y cuates; de los excesos y privilegios”), como el anuncio del dirigente panista, Marko Cortés, de que su partido impugnará la designación de Taddei y del ex fiscal electoral de Tabasco Jorge Montaño Ventura.

Pero esos son los tiempos que corren. Tiempos de polarización y de atrincheramientos en esa parte de la verdad que conviene a la narrativa de cada actor político.

En medio de ello, Guadalupe Taddei, Rita Bell López, Jorge Montaño y Arturo Castillo, junto con las siete consejeras y consejeros que se quedan en el INE, deberán construir las condiciones de imparcialidad, equidad, certeza, legalidad, transparencia y máxima publicidad… por lo pronto, para las elecciones de 2024, en las que se renovará una buena parte del poder político del país.

La captura, o no, del INE no depende más de la suerte echada en una tómbola, de un Comité de Evaluación que quedó a deber, de las presiones para colocar afines en las quintetas de finalistas o de los aplausos o descalificaciones de la clase política.

La captura, o no, dependerá de la actuación del nuevo Consejo General, que deberá inaugurar una nueva etapa del INE, no a partir del rencor, la revancha o, peor aún, de la persecución insinuada por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

El principal reto de Guadalupe Taddei es encabezar una institución que desde hace casi 33 años ha ido perfeccionando el proceso electoral; ser un referente para el Servicio Profesional Electoral, construirse la confianza que requiere de parte de todas las fuerzas políticas.

No sucumbir a los dudosos elogios de Morena, ni arredrarse ante las descalificaciones del PAN y de una prensa que ni siquiera sabe distinguir su rostro del de una de sus sobrinas, o que inventa en la ausencia de una cédula profesional el motivo para quererla correr antes de ocupar el cargo.

Su gran reto es demostrar que su pertenencia a la familia Teddei, y los altos cargos de sus familiares, no serán la impronta de su gestión.

Puede, y debe, desmarcarse del estilo de Lorenzo Córdova, bajarse el sueldo para no enfadar al presidente de la República, aplicar medidas de austeridad hasta donde sea prudente, sin afectar los procesos técnicos de los que depende la confiablidad de las elecciones.

Pero mal haría si se compra el discurso oficialista de que fue puesta ahí por un grupo político, para prolongar la “transformación”.