Fátima y Daniel: la prolongada agonía que deja un feminicidio impune

El crimen contra una persona suele ser percibido por la gente como un suceso terrible, pero con fecha de caducidad. Se suele desear “pronta resignación” a los deudos. Pero los crímenes, sobre todo si quedan impunes (y en nuestro país el 98.5 por ciento de ellos así quedan), vienen acompañados de más calamidades. El asesinato de la niña Fátima Varinia Quintana, perpetrado el 5 de febrero de 2015, es un caso extremo de cómo un solo evento destruye a una familia.